Las muertes de cuatro conductores de transporte informal fueron entrelazándose (en los rastros dejados por los criminales) y llevaron al esclarecimiento de estos y otros homicidios. Ocho de los presuntos integrantes de la banda conocida como Los Piratas fueron capturados.

El pasado 5 de junio, en una trocha de la vía que comunica al anillo vial occidental con el conjunto habitacional de Cormoranes, hallaron sin vida a Maicon Raúl Hernández Delgado, el cuarto conductor de transporte informal que mataron en Cúcuta en menos de dos meses.

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Hasta ese momento, las autoridades judiciales creían que los homicidios de los choferes no tenían ninguna conexión, a pesar de que cada uno de los crímenes cumplía con algunas particularidades, como por ejemplo, que cada víctima tenía un disparo en la cabeza. Además, de que sus vehículos, que nunca aparecieron, eran Renault Logan o Symbol, de placas venezolanas, y que sus pertenencias también fueron robadas.

Pero, lo más preocupante era que los cadáveres aparecían en el mismo eje, anillo vial occidental-San Faustino.

A este grupo de transportadores informales asesinados también se sumó la muerte del dueño de un supermercado en el barrio Ceiba II, Luis Rufino León Peñaloza, y uno de sus empleados, Yoelvis Jesús Fernández Sigala. 

A ellos también les propinaron un tiro a quemarropa, les robaron sus pertenencias y la camioneta Toyota Hilux en la que se movilizaban.

Los cuerpos de estos dos hombres fueron hallados el 18 de abril (Jueves Santo) en la misma trocha donde encontraron el cadáver de Maicon Hernández. 

“El accionar de estas personas consistía en ubicar a sus víctimas, hacerles seguimiento para cometer el hecho delictivo hurtado los vehículos venezolanos y posterior homicidio de sus propietarios”, señala el boletín de la Policía Metropolitana de Cúcuta.

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La banda 

Las unidades de la Brigada Interinstitucional Contra Homicidios (Brinho) conocieron de un quinto chofer a quien le robaron su vehículo, pero se salvó de morir porque se les escapó a los delincuentes.

Con este último testimonio, los investigadores judiciales comenzaron a armar el rompecabezas, y la responsabilidad apuntaba a la banda Los Piratas, cuyo principal objetivo era robar vehículos venezolanos para negociarlos en el país vecino. Pero, más escalofriante aún era que mataban a los conductores para no dejar pista alguna.

“Ellos se aprovechaban principalmente de los choferes informales, a quienes buscaban para que les prestaran el servicio y cuando veían la oportunidad, los amedrentaban con armas, los amarraban de pies y manos y luego de robarlos y torturarlos, los asesinaban. Los cadáveres eran abandonados por la ruta por donde huían con los vehículos hurtados”, señaló una fuente judicial.

El coronel José Luis Palomino, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), afirmó que los automotores que se robaban eran llevados hacia Venezuela y los sacaban por la ruta anillo vial occidental-San Faustino. “Usaban una trocha del área rural de Cúcuta para evitar ser detectados”.

La caída 

Las autoridades judiciales decidieron infiltrar la estructura delincuencial, por eso enviaron a uno de sus mejores hombres para ganarse la confianza de sus integrantes y así tener mayores pruebas y saber exactamente quiénes pertenecían al combo.

El infiltrado consiguió quedarse con el celular de una de las víctimas y con un revólver que habían usado en algunos de los casos. El resultado: el arma fue accionada contra dos de las víctimas y el celular era de Luis Rufino León, uno de los primeros muertos.

Las autoridades conocieron que varios integrantes de la banda se iban a tomar a sitios cercanos a donde se estacionan los conductores de transporte informal, para marcar a sus víctimas, “por eso una vez sabían qué carro querían, buscaban al chofer y le pedían una carrera, cuando arrancaban, aprovechaban para llevárselo. Luego de matarlo, lo robaban sin ningún problema”, dijo la fuente.

Capturados

Los detenidos son: Reynaldo Quintero Nogoa, el Chato, quien fue sorprendido movilizándose hacia San Faustino con un carro robado; Erwin Javier Silva Colmenares, Yander Fabián Quintero Arias, y Gustavo Alexis Prado Rodríguez.

También, Manuel Salvador Manzano Guerrero, de 42 años, quien presuntamente se desempeñaba como mecánico de carros y motos; César Augusto Wilchez Jurado, de 42; Ludy Yurley Higuera Torres, de 37, y Norma Liliana Montagut Pabón, de 27.