Entre las lágrimas, el temblor en las manos y la voz entrecortada, el padre de Brayan Leonardo Forero Villamizar describió lo difícil que fue ver a su hijo ensangrentado y agonizante dentro de su habitación, luego de que un desconocido ingresara hasta su casa para dispararle.

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El hecho se presentó el 30 de diciembre, a las 2:30 de la tarde, dentro de una vivienda ubicada en la avenida 10 A con calles 1 y 2, del barrio Carora, mientras algunos residentes de esa cuadra detonaban juegos pirotécnicos y escuchaban música.

Según se conoció, la víctima, que trabajaba como comerciante de zapatos, estaba acostada en la última habitación de la casa cuando el asesino, que llegó en una bicicleta, ingresó sin importarle que en la sala y el andén estuvieran dos menores de edad.

El sujeto caminó hasta la pieza donde estaba el hombre, de 27 años, quien al notar la presencia del pistolero protegió su cabeza con sus brazos y luego forcejeó con él para quitarle el arma.

“Mi hijo dormía ahí, pues luego iba a salir para trabajar. El asesino entró y como si nada se acercó hasta la cama y le comenzó a disparar a Brayan”, indicó el papá.

Forero Villamizar recibió dos impactos de bala en el pecho y el brazo derecho y cayó en una esquina de la habitación gravemente herido, mientras que el agresor salió y huyó en la bicicleta.

Aunque su padre llevó al comerciante en un carro hasta el Hospital Universitario Erasmo Meoz, murió en el camino, debido a la gravedad de sus heridas.

Al ser informada sobre el hecho de sangre, la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho)  llegó hasta la vivienda para recopilar testimonios y varios videos de cámaras de seguridad que serán claves para identificar al homicida.

Los investigadores judiciales encontraron dos vainillas de calibre 9 milímetros y un proyectil.

Las dudas

Para la familia es extraño que el pistolero supiera con exactitud en cuál de las habitaciones estaba Brayan y en qué momento estaba en la casa, puesto que él constantemente ingresaba y volvía a salir.

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“Esa es la duda que tenemos, porque él siempre estaba activo en la calle, entraba y salía en todo momento, pero precisamente lo encontraron cuando estaba acostado y sabiendo que estaba en la última habitación. Pedimos a las autoridades que investiguen los hechos”, indicó un familiar.

Algunos vecinos de este barrio, cercano a la Terminal de Transportes de Cúcuta, aseguraron que el asesino, al parecer, venía con otra persona, también en bicicleta, y huyeron por calles diferentes.

Un segundo crimen

En la avenida 11A con calle 1A, a pocos metros del primero homicidio, algunas personas fueron testigos cuando un hombre caminaba gravemente herido y luego se desplomó en la mitad de la calle, a las 3:30 de la mañana de ayer.

Las personas llamaron a la Policía, que transportó a la víctima en un taxi hasta un centro asistencial, donde, según una fuente judicial, falleció debido a la gravedad de su herida.

“Nosotros estábamos tomando cuando vimos el taxi andando despacio, pero no nos percatamos de nada. Atrás iba una patrulla de la Policía”, indicó un residente del sector.

La Brinho arribó hasta el sitio para recopilar información sobre lo sucedido y unir el rompecabezas de este hecho.

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