La única pista que tuvieron las autoridades en el momento del crimen del cabo del Ejército Jefferson Alexander Cáceres Vega, fue que el suboficial, antes de salir de las instalaciones del Batallón de Instrucción y Entrenamiento número 13, que queda en Usme (Bogotá), iría, afanado, a encontrarse con su esposa.

Cáceres reportó su salida del batallón el pasado 14 de junio de 2016, a las 9:30 de la noche. Cuatro días después, fue hallado el cadáver del militar a un kilómetro y medio del batallón, asesinado con un balazo en la cabeza.

Desde ese momento, las autoridades empezaron a armar el rompecabezas del homicidio, para capturar a los responsables.

La Fiscalía informó que una vez se conoció la desaparición del cabo, se organizó un pelotón de búsqueda, junto con Ana Isabel Martínez Garzón, esposa de la víctima, quien al llegar a una vereda señaló un punto en el que supuestamente veía dos botas que serían de su esposo.

“Los 15 soldados que la acompañaban no podían verlas (las botas), solo ella las veía, en una loma”, aseguró el ente investigador a través de un comunicado de prensa.

Ello, sumado a algunas inconsistencias en las declaraciones de la mujer y unas interceptaciones telefónicas que adelantó la Fiscalía, permitió descubrir que un hombre identificado como Cristian Camilo Rendón, quien sería el amante de Martínez, presuntamente asesinó al militar “solo para poder continuar la relación sentimental que tenía con ella”, dijo la Fiscalía.

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Jefferson Alexander Cáceres Vega.

Cristian Camilo Rendón.

Vivieron los tres

Algunos familiares de la víctima, oriunda del barrio San Luis en Cúcuta, aseguraron que Ana Isabel le presentó a Rendón a su esposo como un primo de ella. Por ello, él permitió que este hombre viviera en su casa, durante cinco años, desconociendo que realmente era el amante de la mujer, con la que tuvo dos hijos.

Los dolientes afirmaron que detrás del crimen de su ser querido estuvo la ambición de Martínez y Rendón por reclamar un seguro de vida que pagaba el militar por un valor de $130 millones.

“Cada uno agarró $65 millones. Esa mujer, unos meses después de la muerte de mi hermano, se mandó a hacer la liposucción (cirugía estética), se compró un carro Chevrolet Aveo y además, compró una casa en Villa del Rosario”, dijo una familiar de la víctima.

El contacto del homicida

Según se conoció, Rendón, en medio de un ataque de celos, luego de tener un problema con la mujer, contactó a una familiar del cabo, para consultarle si sabía que la mujer estaría viviendo con otro hombre en Cúcuta.

“Se me hacía muy raro que me preguntara por ella. De repente empezó a decirme que tenía que desenmascararla, porque supuestamente él se daba cuenta de cómo peleaba con mi familiar”, dijo. 

La Fiscalía tuvo acceso a las notas de voz que enviaba Rendón y de inmediato, se armó un plan para que Martínez y él sostuvieran una discusión, que finalmente fue interceptada por las autoridades y terminó delatándolos.

Capturados

El miércoles 27 de febrero, miembros del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía arribaron hasta el barrio San Luis, cuando la pareja iba a arreglar un carro en un taller y la capturaron.

Martínez y Rendón fueron presentados en audiencias en el Palacio de Justica, donde el Juzgado Tercero Penal Municipal los envió a la cárcel. Los capturados no aceptaron los cargos.