“Nunca pensé que el video llegara a tener tanta trascendencia, que llegara a convertirse en viral a nivel mundial. Yo en un primer momento lo que hice fue reunirme con unos amigos y explicarles lo que quería hacer. Ellos me impulsaron. Lo hicimos, lo subí como cualquier otro y al día siguiente empecé a ver las reacciones que generó en redes sociales y en los medios de comunicación”, dijo.
El influenciador continuó diciendo que le sorprendió lo que su publicación generó, pues cuando sube el contenido que él mismo considera es de calidad, como las bromas que suele hacer en el espacio público, estas no tienen tanta trascendencia.
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Sin embargo, a pesar de estas palabras, en su momento el influenciador al ver el alcance que tuvo el video (lo vieron hasta en China) decidió mantenerse firme en la postura de que en el tatuaje era real. Por eso hizo el otro clip que se viralizó en el que decía que se sentía arrepentido por supuestamente haberse hecho las letras en la frente.
“Yo me hice el tatuaje en un primer momento para grabar el video y ya. Pero al ver que se estaba viralizando, lo que hice fue que cuando me hacían entrevistas en medios internacionales yo tenía el molde y le pedía a un amigo que me lo pintara”, agregó.
Jambs, que en realidad se llama Michael Quiñones, agregó que se mantuvo en la “mentira” entre otras cosas porque el contenido se seguía viralizando, pero que tenía todo planeado para publicar un video en el que iba a explicar los pormenores de lo que había pasado. También comentó que esta situación debería dejarle una enseñanza a la gente de no creer todo lo que ven en redes sociales porque muchas de esas cosas son falsas.
Tanto el video en el que supuestamente se hizo el tatuaje, como en el que dice que se siente arrepentido fueron puestas en escena pensadas, dijo el influenciador, que este viernes subió a sus perfiles un video en el que explica por qué hizo la broma. Este caso nos deja como gran reflexión que a las redes sociales hay que ponerle límites de manera inflexible.
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