Fuerzas iraquíes respaldadas por Estados Unidos lanzaron ayer una ofensiva desde varios frentes para retomar un pueblo iraquí al oeste de Mosul que está bajo control del Estado Islámico, marcando la segunda fase de la guerra del país contra el grupo extremista.

La localidad iraquí de Tal Afar y la zona circundante son uno de los últimos bastiones de resistencia del grupo armado en Irak desde que las autoridades declararon en julio la victoria en Mosul, la segunda ciudad más grande del país. 

Tal Afar, a unos 150 kilómetros (93 millas) al este de la frontera con Siria, está junto a una carretera principal que otrora fue una ruta importante de abastecimiento para el grupo Estado Islámico. 

“Tal Afar será liberada y se unirá a todas las ciudades liberadas”, dijo el primer ministro Haider al-Abadi en un mensaje a la nación por la televisora estatal. Al-Abadi, quien lució un uniforme negro como los que usan las fuerzas especiales iraquíes, pidió a los milicianos que se “rindan o mueran”. 

El teniente general Abdul-Amir Rasheed Yar Allah, quien dirige la ofensiva militar, dijo que las fuerzas habían recapturado una serie de poblaciones al este, suroeste y noroeste del pueblo. 

La coalición dirigida por Estados Unidos, que está dando apoyo aéreo y de otro tipo a los soldados, elogió a la que calificó de una “fuerza capaz, formidable y cada vez más profesional”. 

“Ellos están muy bien preparados para derrotar de nuevo” a ISIS en Tal Afar, como ocurrió en Mosul, añadió la coalición en un comunicado. 

En las líneas del frente se podían ver columnas de humo a la distancia, mientras fuerzas especiales estadounidenses y belgas trabajaban con los soldados iraquíes para asegurar una posición en la azotea de una casa. Posteriormente dispararon varias rondas de mortero y enviaron drones. 

El teniente general del ejército iraquí, Riyad Jalal Tawfiq, dijo que el grupo EI había ordenado colocar bombas en carreteras y envió atacantes suicidas con coches bomba. 
  
La coalición calcula que entre 10.000 y 50.000 civiles seguían dentro de Tal-Afar y sus alrededores. En batallas pasadas, ISIS ha impedido que los civiles huyan y los han usado como escudos humanos, retrasando los avances iraquíes.