La atípica temporada invernal ocasionó estragos en las zonas de alto riesgo del municipio de Ocaña, hasta donde los organismos de socorro han llegado para emitir una señal de máxima alerta para atender las emergencias. 

Los movimientos de tierra sin licencia alguna generaron la sedimentación obstruyendo los sistemas de desagües y, por ende, inundaciones en algunas viviendas de varios de los sectores de la ciudad. 

El caso más crítico registrado en Ocaña se vivió en la urbanización Villa Carolina, a raíz de la remoción en masa que afecta las paredillas de una vivienda, donde los ocupantes reportan pérdida total de los electrodomésticos, muebles y enseres. 

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Asimismo, se registraron emergencias en la vía paralela, sobre el río Chiquito, en el tramo de Betania y los barrios El Líbano, Cristo Rey, El Bosque, Los Almendros, La Piñuela, San Antonio y la Santa Cruz. 

Según los organismos, es necesario el dragado del cauce del río Tejo en inmediaciones de los puentes Tejarito y La Gloria para evitar represamiento de las aguas. Además, se requiere de la limpieza de los Box Coulvert existentes en la quebrada El Tejar y Promesa de Dios. 

Ante esa situación, se desarrolló un Consejo Extraordinario de Gestión del Riesgo con la presencia de la coordinadora departamental, Adriana Milena Arias Carrillo, y expertos en la materia, con el fin de solventar en parte esta situación que tiene en máxima alerta a las autoridades y los pobladores. 

El primer mandatario de los ocañeros, Samir Fernando Casadiego, ordenó a los funcionarios de Planeación Municipal, Gobierno e Inspección de Policía el cierre inmediato de las obras que no cuenten con los planes correspondientes de mitigación.  

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Por su parte, el director de la Territorial de la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor), ingeniero Albert Urquijo Sánchez, señaló que se encuentra activada la alerta naranja y los líderes comunales deben estar pendientes debido a que la ola invernal apenas comienza.  

Durante el encuentro de las autoridades, el jefe de Planeación, arquitecto Mauricio Velásquez Rincón, aseguró que los movimientos de tierra no cuentan con las licencias ambientales y los particulares deberán responder por los daños ocasionados por la avalancha.  

Adriana Milena Arias Carrillo, coordinadora de la oficina para la Gestión del Riesgo y Atención de Desastres, siguiendo directrices del gobernador, se desplazó con el equipo técnico de la Consejería departamental con el fin de analizar los efectos de la ola invernal.  

“El equipo de ingenieros adelanta las acciones conjuntas de planeación e infraestructura con Corponor para mitigar las afectaciones en los distintos barrios”, agregó la funcionaria. 

El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) anunció una fuerte temporada de lluvia para el Norte de Santander, por lo que se deben tomar las precauciones de manera inmediata. 

El coordinador de la oficina de Gestión del Riesgo y Atención de Desastres, Fernando Sánchez Barbosa, advirtió a los presidentes de las Juntas de Acción Comunal para activar los planes de contingencia.  

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“La gente no respeta la ronda del río e invaden esos predios a tal punto que es imposible ingresar con maquinaria pesada para adelantar las maniobras.

Conjuntamente con Planeación vamos a recorrer las zonas afectadas para suspender esas obras de construcción y así evitar tragedias que lamentar”, reiteró. 

En esa línea, el jefe de planeación, arquitecto Mauricio Velásquez, confirmó el sellamiento de la obra de Villa Carolina, ya que no contaban con la respectiva certificación para el movimiento de tierra. 

El sargento Yefrey Peñaranda, comandante del Departamento de Bomberos, aseguró que las fuertes lluvias que se han presentado, y que se van a venir, mantienen en máxima alerta a los organismos de socorro. 

“Todas las calles de Ocaña parecían ríos y la situación más crítica se registra en Villa Carolina, parte alta donde están removiendo tierra. El agua arrastró todo el material bajando con fuerza, tumbando la pared de una vivienda e inundando la casa dañando todos los enseres”, precisó.

Peñaranda complementó que la emergencia también dejó daños de viviendas en los sectores de Cristo Rey, Betania, Tierra Santa, Libardo Alonso, Santa Ana, la Circunvalar, Hacaritama y los Almendros. 

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“Es dispendioso estar en todas partes a la vez y la invitación es que revisen el retorno con monitoreo e inspección constante para dar aviso a las autoridades competentes”, recalcó el funcionario.

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