Un día en clase de ciencia política a comienzos de este siglo, un jovencito que ahora es importante político regional armó en clase una estridente algarabía, cuando el grupo de primíparos se dividió con el tema de la estratificación socioeconómica y su relación con el derecho a la Igualdad, escrito en la moderna constitución del 91. Las palabrejas son un auténtico Oximorón.
En la finada constitución de 1886 el derecho a la igualdad normativamente no existía, pero en sus ciento cinco años de vigencia, la jurisprudencia dela Corte Suprema lo reconoció en nueve fallos y el Consejo de Estado en tres.
Nada más representativo de la desigualdad, que estratificar a la gente por la riqueza y la pobreza, por el status social, cultural, por poder en sus disimiles formas, por la ocupación, por etnias o por género y hasta por las creencias religiosas, que establecen jerarquías y rememoran edades de sumisión superadas por la revolución.
Antes del siglo XVIII las cosas no eran tan complicadas, los siervos se dedicaban al agro y los de la urbe disfrutaban de su miseria. Pero luego las embrollaron Vico, Burke tan conservador y los contrarios Smith, Saint Simon, Marx y Max Weber.
La teoría económica fue el detonante de la maraña y la confusión. Pues Adam Smith en su estudio de los ingresos partía del precio de las mercancías, que contenían: salarios, el beneficio y la renta como fuentes para originar el valor del cambio.
En efecto Smith le arrimó psicología al ser humano con el criterio que somos egoístas y que el egoísmo es la esencia de las relaciones en la sociedad, que, por sí es ya un factor de exclusión que desiguala, de ahí la estratificación de la división del trabajo, que es un egoísmo es clasista.
Uno lee las actas de la Asamblea Constituyente que nos dio la nueva carta, y echa de menos alguna especulación de esas ideas estratificantes de los autores precitados, en la redacción de los artículos 367 y 368 superiores. Pero bueno eso no viene al caso.
Nuestro Estatuto de Estratificación municipal de Cúcuta está en el ojo de los concejales desde 2021 que yo recuerde, cuando Álvaro Andrés Raad dijo que había que revaluarlo, y las Doctoras Margarita Contreras y Marcela Rodríguez le replicaron que ya andaban en eso. Como el alcalde las echó, pues que nos diga la verdad él. ¿No les parece?
Sé que el Estatuto de Estratificación de Cúcuta data del Decreto 007 de 1993.
En el acuerdo 05 de 2020 de su plan de Desarrollo, el Señor Alcalde Jairo Tomás expresó que efectivamente la Estratificación acentúa la desigualdad, pero que en aras de una Ciudad más equitativa aplicaría el Decreto 1077 de 2015 equilibrando subsidios y contribuciones” (sic) para prestar los servicios públicos domiciliarios.
Adenda: El estrato cero, fue reconocido en Colombia en el año 2005 así: “Ese nuevo estrato que cubre a aquellos inquilinos que pagan el alquiler de un cuarto en una casa o apartamento, pero que llegan a la habitación directamente desde la calle sin pasar por áreas privadas como salas o comedores de los dueños.
