Después de ocho intentos fallidos, esta semana el Senado aprobó en su último debate un histórico proyecto de ley que busca ponerle fin a una práctica de la que poco se habla en el país, pero que tiene consecuencias de peso en la población menor de 18 años: el matrimonio infantil.
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Una de las artífices de ese avance es la representante a la Cámara por el partido Dignidad y Compromiso, Jennifer Pedraza, quien tuvo que batallar hasta con firmas para que el Congreso asumiera esta bandera y finalmente pudiera ser una realidad.
Pedraza, quien acaba de ser reconocida por el Panel de Opinión como una de las tres mejores representantes de la pasada legislatura, estuvo ayer en Cúcuta para participar en un foro en la Universidad Libre, sobre la participación de la mujer en política y La Opinión aprovechó para conversar con ella sobre la ley que prohíbe el matrimonio con menores de edad.
La congresista reconoció que este es un avance significativo para Colombia, pues dice que en el país hoy en día está tan naturalizada la pedofilia y tan arraigada la cultura de las uniones maritales con menores, que hasta ahora se creía que este era un asunto solo de los países del Medio Oriente.
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“A nivel mundial es una vergüenza que Colombia estuviera en esa lista de países que permitía el matrimonio infantil y no solo estábamos en esa lista, sino que ocupábamos el puesto número 20 a nivel mundial en tasa de matrimonio infantil”, señaló la representante.
Pedraza dijo que el 17% de los matrimonios y uniones maritales de hecho en Colombia vinculan a un menor de edad y que si se analiza el panorama en la zona rural, esa cifra sube al 25%.
“Es decir, uno de cada cuatro matrimonios o uniones tempranas en Colombia vinculan a menores de edad. Lo cual es una práctica violatoria de sus derechos, porque este fenómeno está asociado con violencia física, psicológica, sexual, embarazo a temprana edad y deserción escolar”, aseguró.
En ese sentido, considera que el Estado tenía que dar ese paso y no permitir que se continuara legitimando esta figura, si se tiene en cuenta, además, que el matrimonio infantil afecta de manera particular a las niñas.
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“El 70% de los menores en matrimonios o uniones maritales de hecho son niñas. Por eso es que nuestro mensaje de esta campaña fue #SonNiñasNoEsposas”, agregó la congresista, quien cumple su primer periodo como legisladora.