Además de advertirle al Concejo de Cúcuta que no podía designar a Martín Herrera como personero encargado mientras se elige al nuevo titular de esa entidad, la Procuraduría para la Vigilancia Preventiva de la Función Pública también dejó entrever que hubo una actuación adicional que tampoco estuvo ajustada a la normas, dentro de la muy comentada reelección.
Según una comunicación que le hizo llegar la procuradora Liliana Caballero Durán a la mesa directiva de la corporación, los funcionarios que siguen en jerarquía al interior de la Personería de Cúcuta no podían rechazar la designación de este cargo, como lo hicieron en su momento.
Como se recuerda, el sábado 29 de febrero, día en que se llevó a cabo la elección de Herrera como personero encargado, el secretario general y coordinador de Control Interno de la Personería, Sergio Enrique Pantaleón Rodríguez y otros seis profesionales especializados grado 06 y universitarios grado 05 y 04, le enviaron una carta al cabildo desistiendo del encargo.
En el documento, los firmantes señalaron que aunque reunían los requisitos para ostentar el empleo de personero de manera transitoria, no estaban interesados en asumirlo, salvo que este no quedara en manos de Martín Herrera.
“Lo anterior, teniendo en cuenta el excelente desempeño que ha tenido el doctor Martín Eduardo Herrera León durante el tiempo que ha ejercido las funciones como personero municipal”, manifestaron los funcionarios. (Ver facsímiles).
No obstante su desinterés, la delegada de la Procuraduría para la Vigilancia Preventiva recordó que un concepto del Departamento Administrativo de la Función Pública es claro en que la aceptación del encargo por parte de los servidores públicos se constituiría en un deber para el empleado en quien recaiga esa responsabilidad.
“En este orden de ideas, se concluye que la aceptación del encargo constituye un deber para el empleado público, toda vez que si el nominador, en cumplimiento de sus atribuciones legales, lo designa para desempeñar temporalmente unas funciones de otro empleo, es porque el cumplimiento de tales funciones resulta indispensable”, recuerda Caballero Durán en el oficio enviado al Concejo.
Y en este agrega lo siguiente: “Por lo tanto, es obligación del empleado público, ejercer las funciones del cargo para el cual se encomendó”.
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Diez días para entregar explicaciones
En vista de lo ocurrido en Cúcuta, la procuradora delegada le pidió a la mesa directiva del Concejo, en cabeza de Nelson Ovalles, que en un plazo máximo de 10 días hábiles informe las razones “de hecho y de derecho” que tuvieron en cuenta para designar a Martín Eduardo Herrera como personero encargado.
Lo anterior, teniendo en cuenta que Herrera, a quien se le terminó su periodo el 29 de febrero, “no era el funcionario que seguía en jerarquía dentro de la entidad.
También les solicitó que informen si en la Personería hay funcionarios que acreditaban las condiciones para asumir el cargo.
El ahora personero encargado fue elegido por el bloque mayoritario del Concejo hace una semana, luego de una convocatoria exprés que abrió la mesa directiva de la corporación y a la que se presentaron otras dos personas.
Reacciones
Tras conocerse la comunicación que le remitió la Procuraduría para la Vigilancia Preventiva de la Función Pública al Concejo, el presidente de la corporación, Nelson Ovalles, dijo que están preparando “en derecho” la respuesta que le entregarán al Ministerio Público, en la medida que está claro el procedimiento que se surtió para el encargo en la Personería.
Ovalles explicó que el Concejo cumplió con el trámite que le correspondía, toda vez que cuando se conoció que la suspensión del concurso de méritos se mantenía, la mesa directiva ofició a la Personería para que informará cuál era el funcionario que seguía en jerarquía y si este cumplía con los requisitos para el encargo.
Sin embargo, dijo que fueron los propios servidores de la entidad quienes se negaron a aceptar la designación, y en ese sentido, insistió en que el Concejo no tiene la facultad para obligar a que se acepte el encargo.
Aseguró que la hoja de vida de Martín Herrera fue la única que apareció postulada el sábado 29 de febrero y que previendo que pudieran incurrir en una falta grave al no encargar a nadie, procedieron a votar por este funcionario.
El concejal insistió en que esta designación no representa una prórroga, por cuanto la Personería se encontraba en vacancia absoluta y lo que hicieron fue elegir a alguien para que asumiera el cargo de manera transitoria.
“Vamos a darle respuesta en derecho a la procuradora, para hacerle claridad sobre algunos de los argumentos que esboza en su oficio. Tenemos la tranquilidad de que actuamos en derecho”, dijo.
Por su parte, algunos de los concejales que no votaron por Martín Herrera, aseguraron que la Procuraduría les dio la razón, pues desde un principio manifestaron que podían incurrir en un riesgo al elegir al personero saliente.
“Estuvimos muy alarmados, pues pudimos haber sido inducidos a contrariar la ley. El día de la plenaria yo insistí en que quien fuera encargado no debía decir si tenía interés o no, pues estaba obligado a asumir el encargo, ya que de no hacerlo se vería inmerso en una investigación disciplinaria por contrariar un ordenamiento legal”, aseguró el concejal Carlos Dueñas.