El presidente Gustavo Petro despegó este viernes hacia Bélgica en el que representa su viaje internacional número 21 durante su Gobierno. Con esta salida del país –su séptima con destino a Europa– Petro se convirtió en el mandatario que más viajó a otras naciones en los primeros 11 meses en el poder, superando a sus antecesores Iván Duque y Juan Manuel Santos.
Aunque desde el petrismo criticaron a Duque por sus viajes oficiales en el exterior, ahora los papeles cambiaron y esto quedó demostrado con el silencio del Pacto Histórico ante las 21 salidas de Petro que le han costado más de 5.600 millones de pesos al país, superando las 19 de Duque y las 18 de Santos (en su segundo periodo) durante los primeros 11 meses de sus mandatos.
¿A qué volvió a salir Petro del país?
Tras apenas 20 días de haber vuelto de Francia en un viaje que extendió dos días sin dar explicaciones claras, el presidente volvió a abandonar el territorio colombiano para participar este 17 y 18 de julio en Bruselas, Bélgica, en la cumbre regional entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (Celac).
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Este nuevo viaje del jefe de Estado representa cuantiosos gastos, en parte, porque estas salidas oficiales se suelen hacer junto a decenas de personas que integran la comitiva presidencial como lo son ministros, empresarios, personal de seguridad y periodistas.
En este caso, entre la delegación oficial se conoció que estarán el canciller Álvaro Leyva; el director del Dapre, Carlos Ramón González; la ministra de Minas, Irene Vélez Torres; el ministro de Comercio, Germán Umaña; el embajador ante Bélgica y jefe de la Misión ante la Unión Europea, Jorge Rojas Rodríguez, y el secretario jurídico de la Presidencia, Vladimir Fernández.
Pese a que la Presidencia al cierre de esta edición no le detalló a este diario cuál será el costo total de este viaje oficial que incluirá gasolina de las aeronaves de la Fuerza Aérea Colombiana y viáticos, ya está definido un gasto promedio que la Casa de Nariño ha hecho para financiar estas continuas salidas del país de Petro.
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Y es que en mayo, el Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre) le respondió al portal Bloomberg Línea que entre el 7 de agosto de 2022 y el 24 de abril de 2023, se comprometieron recursos por $14.297 millones para cubrir las visitas del mandatario tanto a nivel nacional como internacional. De ese total, solo en 2023 se han invertido en estos viajes $7.202 millones
Al desagregar los rubros se evidenció que en los viajes de Petro fuera del país se invirtieron, hasta el 24 de abril, $5.675 millones así: $2.338 millones entre el 7 de agosto y 31 de diciembre de 2022 y $3.337 millones en los primeros cinco meses de 2023. Esto se traduce en que la Casa de Nariño le destinó en promedio $630,5 millones mensuales a los viajes del presidente al exterior.
De las críticas al sectarismo
Está claro que este gasto en viajes internacionales no solo los ha hecho Petro, pero han sido contradictorias las posturas de quienes integran su círculo político. Entre ellos está la senadora petrista María José Pizarro, quien en 2022 cuestionaba duramente a Duque por sus salidas del país.
“Si el presidente (Duque) cree que es más importante seguir de gira por el mundo, maravilloso. Lo mismo hizo cuando el Clan del Golfo tenía paralizados 9 departamentos y él estaba en Costa Rica”, dijo Pizarro en mayo de 2022.
Sin embargo, ahora que Petro es el jefe de Estado desde el Pacto Histórico no lo cuestionan por salir del país mientras se agudiza la polémica por las filas para reclamar los subsidios que entrega el Departamento de Prosperidad Social o en medio de los problemas de orden público registrados en Arauca, Cauca, Antioquia y Buenaventura.
Pese a esta problemática en el país que el petrismo antes cuestionaba, en tan solo 11 meses Petro ha viajado a 10 países de la región: Perú, Estados Unidos (dos veces), Venezuela (dos veces), México, Brasil (dos veces), Chile, Argentina, Ecuador, República Dominicana y Cuba; y 6 países de Europa: Francia (tres veces), Suiza, España, Portugal, Alemania y Bélgica; y uno de África: Egipto.
Lo más polémico del caso es que en lugar de justificar estos viajes al exterior, Petro asumió una especie de postura sectarista contra quienes lo han cuestionado por sus frecuentes salidas del país. Así quedó claro el 30 de junio, cuando tildó de envidiosos a sus críticos desde La Guajira.
“Se ponen envidiosos nuestros opositores porque salían los presidentes de ellos y lo que les gritaban eran groserías y les gritaban asesinos, a nosotros nos invitan los reyes y las reinas. Les da envidia”, aseguró el presidente.
En su caso, Duque respondió ante las diferentes críticas por sus también recurrentes viajes al exterior que trajeron “una utilidad en términos de movilización de inversión hacia el país, como se puede apreciar en lo que ocurrió en el primer trimestre (de 2019): la inversión extranjera directa aumentó casi un 68 %”.
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Además de los gastos, también han surgido críticas contra las prioridades que ha definido en su agenda internacional el Gobierno Petro. Por ejemplo, Eduardo Pastrana Buelvas, profesor titular de la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Javeriana de Bogotá, planteó que la bandera de Petro de la descarbonización de las economías carece de sustento.
“Llama la atención que Petro está yendo más a escenarios del primer mundo, fundamentalmente Europa. Los europeos tienen una agenda, pero Colombia no tiene las capacidades de lo que él dice de salvar el planeta y de desarrollar una política exterior de neutralidad climática cuando en el país no tenemos las capacidades para lograrlo”, dijo Pastrana Buelvas.
A esto hay que sumarle que los viajes internacionales del Gobierno Petro no han sido ajenos a polémicas. Por ejemplo, en la visita que Petro hizo a finales de junio a Francia se cuestionó que fue incluido en la delegación oficial el esposo de la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, pese a que no tenía función oficial alguna.
Además, cuando el mandatario fue a Alemania ese mismo mes se desataron críticas porque planteó durante un evento en ese país que “la caída del muro de Berlín trajo destrucción del movimiento obrero a escala mundial”.
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