Los últimos días en el país han sido de movimientos, confirmaciones, coaliciones y anuncios de cara a las elecciones presidenciales y de Congreso que tendrán lugar en 2022, y en las que se espera la propuesta de un nuevo contendor, el del centro, que se sumará a las opciones tradicionales de derecha e izquierda en la puja por llegar a la Casa de Nariño y el Capitolio Nacional.

Con el poder a nivel presidencial desde 2002, el uribismo se ha convertido desde entonces en la cabeza visible de la derecha colombiana. Sin embargo, frente a los comicios del próximo año, el panorama aún no está tan claro, pues en su momento sonaron nombres como el del hijo del expresidente Álvaro Uribe, Tomás Uribe, hasta el del fallecido ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, como candidatos presidenciales de ese sector.

Otras de las opciones del Centro Democrático podrían ser las actuales senadoras Paloma Valencia o María Fernanda Cabal, o incluso la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, a quien también tendrían planillada en el  conservatismo.

A juicio de Cabal, el candidato que ella vería con las cualidades para que el uribismo mantenga el poder en el 2022, es el exministro de Hacienda, Oscar Iván Zuluaga, también aspirante presidencial en la contienda de 2014.

El centro se organiza

De otra parte, la mayoría de dirigentes y congresistas de la Alianza Verde anunció que no acompañará a Gustavo Petro en la campaña presidencial y que para la primera vuelta irán con el candidato que salga de la coalición de centro.

Los Verdes precisaron que el Comité Ejecutivo Nacional y las mayorías de las bancadas en Senado y  Cámara acordaron ampliar y consolidar la ‘Coalición de la Esperanza’ con nuevos liderazgos. 

“Celebramos la llegada de Ángela María Robledo, quien junto a una candidatura de la Alianza Verde se suma a un equipo de lujo que seguirá creciendo y en el que ya participan Juan Manuel Galán, Juan Fernando Cristo, Jorge Enrique Robledo, Humberto de la Calle y Sergio Fajardo, para ir a la consulta en marzo de 2022, que escogerá al candidato(a) presidencial único a la primera vuelta”, confirmaron los Verdes.

En el mismo centro, otra de las apuestas presidenciales que ha empezado a generar expectativa y que parece tomar fuerza, es la del exministro de Salud y actual rector de la Universidad de Los Andes, Alejandro Gaviria. Un grupo de estudiantes de diversas universidades y tendencias políticas conformó ya un comité de juventudes para impulsar su aspiración.

Gaviria, quien no ha oficializado todavía su interés de estar en el partidor, ha dicho que está evaluando esa posible aspiración política y que ha tenido acercamientos con sectores del centro, con el propósito de buscar una consulta interpartidista.

Una de las promotoras de esa opción es la codirectora de juventudes liberales, Marla Gutiérrez, quien en conjunto con estudiantes de varias universidades empezarán a elaborar la plataforma y programa de gobierno que presentará a Gaviria como candidato presidencial.

El exministro sostuvo que de llegar a presentar su nombre lo haría como una opción que recoja sectores sociales, movimientos afro, agremiaciones campesinas, líderes universitarios y al Partido Liberal.

La izquierda se refuerza

Mientras la Alianza Verde le cerró la puerta a la cabeza visible de la izquierda en Colombia, Gustavo Petro, el senador Roy Barreras anunció que está dispuesto a sumarse a la gran coalición opositora con el movimiento Fuerza de la Paz, la cual está liderando después de que saliera del Partido de la U, en octubre.

Barreras, en rueda de prensa, respondió que la “provocadora propuesta de la gran alianza es atractiva y necesaria. En mi caso toda la vida he defendido las ideas liberales. Estamos dispuestos a hacer un acuerdo desde las diferencias”.

El jueves, el senador Gustavo Bolívar señaló que aún no están claras las reglas de juego para saber cómo será la llegada de dirigentes como Armando Benedetti y el propio Barreras. Esto, durante la presentación del ‘Pacto histórico’, con el cual esperan ganar 55 curules en Senado y 87 en la Cámara en una coalición del Polo, Colombia Humana, MAIS, la UP y sectores sociales. 

Además, se conoció que un sector de los Verdes, liderado por el representante Inti Asprilla, emigró a las filas del petrismo y anunció que se sumarán al proyecto de la extrema izquierda de una gran coalición para el Congreso y la Presidencia de la República. 

De otro lado, entre las candidaturas independientes aparece la del exalcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, quien financiaría la campaña con apoyo de los electores.

Juez ordena mantener suspendido  el trámite de las revocatorias 

Los procesos de revocatoria contra los alcaldes de municipios  nortesantandereanos como Cúcuta, Ocaña y San Cayetano, y los de otras regiones del país, seguirán suspendidos, después de que el  juez séptimo administrativo de Bogotá negara una acción de tutela que se había radicado con la pretensión de reactivar los mecanismos de participación ciudadana que se tramitan en medio de la pandemia .

El accionante de la tutela, Julio Alberto Tarazona, reclamaba al Juzgado que dejara sin efectos la decisión de la Registraduría Nacional de suspender el proceso de las revocatorias hasta tanto el Ministerio de Salud emita un concepto sobre los protocolos que deben cumplir los promotores de las iniciativas  y así hacer viable la entrega de formularios y recolección de firmas.

Tarazona pedía, además, que máximo 48 horas después del fallo de tutela, la Registraduría debía empezar a entregar los formularios a los 58 Comités que ya se han inscrito para adelantar la revocatoria de los alcaldes en 54 ciudades.

Para el tutelante, las autoridades sanitarias ya han dispuesto un protocolo de bioseguridad que se está implementando y que puede adaptarse para la recolección de las firmas, pero su planteamiento no fue acogido.

En vista de esto, por ahora solo se seguirá adelante con las audiencias públicas que ya están programadas por parte del Consejo Nacional Electoral, mientras que la recolección de firmas seguirá en veremos. 

De acuerdo con la Registraduría, para adelantar las 58 revocatorias inscritas se requiere de un presupuesto de $200.000 millones.