Este miércoles, un trabajador de la empresa Aguas Kpital llegó hasta la avenida 11, casa #15-95, del barrio El Contento de Cúcuta para hacer el corte del servicio, en el Hogar de la Esperanza, fundación que atiende a abuelos abandonados.

Rápidamente, Miguel Ángel Beltrán, director de la institución sin ánimo de lucro, salió a conversar con el técnico y le suplicó que no le quitaran el agua potable, pues 28 abuelos se encuentran ahora en el hogar, y le pidió un plazo para pagar la deuda de 637 mil pesos, que corresponde a dos meses. 

Ante el ruego, el empleado de la empresa desistió y le dijo si para este jueves no ha pagado, tendría que ir a interrumpirle el servicio. La situación de estos ancianos se agrava debido a que el director tampoco ha podido hallar dinero para cancelar el recibo de electricidad, cuyo monto asciende a 615 mil pesos.   

“El espacio tiene una capacidad para 40 abuelos y se les da alimentación, vivienda, calor de hogar y demás cuidados que requieren, porque no tienen familias. Ahorita no contamos con recursos para el sostenimiento, por eso estamos pidiendo a quienes quieran y puedan ayudar acercarse y dar sus donaciones”, expresó Miguel Ángel Beltrán.

Manifestó que no exige que los apoyen con dinero en efectivo, pues quienes deseen colaborar con el pago de los servicios pueden pedir los recibos y pagar por su cuenta. También están abiertos a donaciones de alimentos no perecederos o cualquier otro insumo que sirva para la atención de los adultos mayores.

Beltrán lamentó que ni siquiera cuenten con el respaldo de la Alcaldía de Cúcuta, pues se trata de una fundación registrada en la Cámara de Comercio y que nació en el año 2000 para brindar asistencia a la tercera edad en estado de abandono. 

El hogar siempre se ha mantenido con la caridad de los buenos corazones de Cúcuta, principalmente empresas, pero últimamente esas ayudan han bajado sus aportes por la situación económica. "Estamos pasando una crisis y no tenemos apoyo de ninguna entidad del Estado; más bien hemos recibido discriminación y ataque al hogar”, añadió.

El director de la institución resaltó además que han conocido casos de inescrupulosos pidiendo ayudas y vendiendo rifas a nombre del hogar, por lo que pidió a la comunidad no caer en esos engaños, porque todas las donaciones se reciben directamente en su sede.

‘Toñito’, el más antiguo

(Miguel Ángel Beltrán, director de la fundación (centro), junto a Hipólito Yáñez (derecha) y ‘Toñito’.)

Los adultos mayores que están en el Hogar de la Esperanza han sido remitidos por Trabajo Social del Hospital Universitario Erasmo Meoz (Huem), luego de ser abandonados allí, así como llevados por la Policía y las comunidades.

El anciano más antiguo lleva ocho años en el lugar, su nombre es Antonio María y lo conocen cariñosamente como ‘Toñito’. No tiene documentos de identidad, no habla y es muy proactivo, pues siempre ayuda a barrer, según Miguel Ángel Beltrán.

“A él lo trajeron desde la Loma de Bolívar, allá es muy conocido por los vecinos, ya que se le veía barriendo las calles. El más nuevo es don Hipólito Yáñez, tiene un mes aquí. Lo remitió el hospital pues fue abandonado allá”.

Yáñez tiene 83 años, es un colombiano que duró varios años en Machiques, población del estado Zulia, Venezuela. Él entró a Colombia por Puerto Santander y lo trasladaron al Huem, está en silla de ruedas y con una sonda urinaria. Afirmó que tiene una hija.

Son miles de ancianos que se han encontrado un hogar allí, venezolanos, ecuatorianos, chilenos y de distintas partes de Norte de Santander y Colombia; por ejemplo, ahora hay dos abuelos de Antioquia y uno de Chocó. Por esta razón Beltrán reiteró  que requieren urgentemente ayuda.

Cualquier interesado lo puede contactar al celular 3108164425.