Con una carta, exponiendo la difícil situación que viven por la pandemia de coronavirus, la cual fue respaldada por cien firmas de vecinos, se acercó un grupo de cinco mujeres cabezas de hogar a la Gobernación de Norte de Santander y a la Alcaldía de Cúcuta, en donde lamentablemente no hubo algún funcionario que escuchara su clamor.
Blanca Elena Cruz, Rosa Flórez, Eris Madeleine Liévano, María Yaneth Pabón y Martha Milena Murillo se tomaron la vocería del sector El Porvenir, en la parte alta del barrio Alfonso López, para pedir a las autoridades que se acuerden de ellos.
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“Tenemos muchos niños, personas con discapacidad y adultos mayores, algunos en estado de abandono, que necesitan alimentos. En un mes de cuarentena no hemos recibido ni una ayuda y ya no aguantamos más”, expresó Blanca Elena Cruz.
Martha Milena Murillo resaltó que ella y la mayoría de familias de este sector de Cúcuta viven de la zapatería, de vender día a día en la calle productos y del rebusque, por lo que no cuentan con un ingresos fijo.
Las casas de la comunidad tienen las banderas rojas, que se hizo común ver durante el aislamiento social obligatorio para frenar la propagación de la COVID-19, como señal de que ahí “hay hambre”. Estas mujeres esperan que su voz sea escuchada pronto.
En días pasados hicieron asambleas y manifestaron cerca a la cancha para llamar la atención de las autoridades.
