Los productores colombianos reunidos en la XX Conferencia Internacional sobre Palma de Aceite, en Cartagena, recibieron con beneplácito la reapertura de la frontera entre Colombia y Venezuela, tras siete años de cierre unilateral y de bloqueo al comercio desde hace tres años.
El restablecimiento de las relaciones diplomáticas y comerciales con el vecino país trae consigo un sinnúmero de oportunidades para la palmicultura colombiana, que en el pasado atendió ese mercado, pero, al mismo tiempo, el reto de recuperar la confianza de los exportadores.
Lea además: Funpalcat recibe reconocimiento a la sostenibilidad palmera
Nicolás Pérez Marulanda, presidente ejecutivo de Fedepalma, indicó a La Opinión que la reapertura es una buena noticia para el sector, porque del lado venezolano hay palmicultura, que colinda con Tibú (Norte de Santander), y su producción es deficitaria para el mercado venezolano.
El líder gremial explicó que esta situación abre una oportunidad para la palmicultura colombiana, que podría atender ese déficit con producción de la región del Catatumbo, en primera instancia. “Todo lo que se haga por regularizar ese mercado, que se había vuelto informal, es positivo para nosotros”.
(Para Nicolás Pérez Marulanda, presidente ejecutivo de Fedepalma, es muy prematuro hablar de exportar a Venezuela./ René González La Opinión)
En ese sentido, los productores colombianos y venezolanos se han reunido por varios meses con el fin de que la palmicultura del vecino país se actualice en el tema tecnológico del manejo del cultivo, de las plagas, y en las particularidades del negocio. “Nosotros hemos estado muy abiertos a compartir información con ellos”.
Sobre el reinicio de las exportaciones de palma de aceite hacia Venezuela, Pérez explicó que es muy prematuro, pues es un proceso que se va a demorar por un tema crucial, que es el sistema de pagos, un factor determinante para el productor colombiano a la hora de vender al mercado venezolano.
Le puede interesar: La producción agrícola debe crecer un 70% para alimentar a 2.300 millones de personas
“Hay disponibilidad, pero el tema de pagos es el que todavía no tenemos claro cómo va a funcionar. Norte de Santander, por cercanía, sería lo más fácil, pero dependemos de que se defina cómo se van a pagar esas exportaciones. Venezuela produce poco alimento y es un mercado potencial para Colombia”, expresó el presidente ejecutivo de Fedepalma.
Expectativas comerciales
Antes del cierre de la frontera, en agosto de 2015, Venezuela era el principal socio comercial de Norte de Santander, con una participación del 95% en 2007, según los datos del Informe de Coyuntura Económica Regional (IER) publicado por el Banco de la República. China, apenas, representaba el 1,7%.
Por eso, los palmicultores de Norte de Santander son optimistas con la reapertura comercial de la frontera, y desde tiempo atrás vienen trabajando con los productores del sur del Lago de Maracaibo, quienes en los años 80 y 90 iniciaron la siembra del cultivo y hoy tratan de recuperar esa agroindustria.
Lea también: Tras reapertura de la frontera, un solo camión cruzó a Venezuela
Mauricio Vargas, gerente de Palmicultores del Norte (Palnorte), manifestó que mantienen un intercambio de conocimientos sobre sanidad vegetal con los productores venezolanos, además de compartir experiencias, porque son un aliado importante para unir esfuerzos y producir oleoquímicos en conjunto para enviar a Colombia y el mundo.
También fue claro en señalar que el reinicio de las exportaciones del aceite de palma del Catatumbo hacia Venezuela no será este año. Según sus cuentas, de las 500.000 toneladas que se exporta, el 50% tendría espacio en el país vecino, para las refinadoras que se están recuperando y que tienen en mente la producción de biodiésel.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion
