La suspensión del proceso de paz con el Eln, luego del atentado perpetrado por esa guerrilla contra una base militar en Arauca, no solo volvió a dejar agonizante esa negociación sino la misma política de ‘Paz total’ que ha sido una de las principales banderas del presidente Gustavo Petro.

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Y es que el de este grupo insurgente no es el único diálogo que decidió entablar el Gobierno Nacional desde que arrancó en 2022, como parte de su ambiciosa apuesta, pues la misma incluye a por lo menos ocho actores armados que hacen presencia en las diferentes regiones.

Entre estos figuran: dos disidencias de las Farc, las Autodefensas Gaitanistas o Clan del Golfo, el Frente Comuneros del Sur, las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada de Santa Marta, Los Shottas y Espartanos en Buenaventura.

Sin embargo, todas esas negociaciones naufragan en un mar de incertidumbre, en la medida que, o se encuentran estancadas y prácticamente congeladas, o sus avances son muy escasos para el tiempo que llevan y la confianza es poca.

El propio ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, reconoció que el éxito de la ‘Paz total’ no será posible, en la medida que los grupos violentos no entendieron el mensaje del presidente Petro.

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De ahí la desesperanza que se empieza a sentir en regiones como Norte de Santander, en donde hacen presencia varios de estos grupos y la atención estaba centrada en que más temprano que tarde sí se pudieran ver los frutos de la tan anunciada, pero fatigada ‘Paz total’.

Siguen los diálogos sociales

Ante la suerte que ha corrido el proceso de conversaciones con el Eln y la reactivación de la confrontación armada en  departamentos como Norte de Santander, las comunidades confían en que con la disidencia del frente 33 de las Farc, que se arropa bajo la figura del Estado Mayor, se mantengan los diálogos.

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Como se recuerda, el autodenominado EMC terminó dividido tras la decisión de Iván Mordisco de separarse de la mesa instalada con el gobierno Petro y mientras esa facción de la disidencia volvió a los enfrentamientos, el sector que comprende los bloques Jorge Suárez Briceño, Gentil Duarte-Magdalena Medio (que incluye el frente 33) y el frente Raúl Reyes sí decidió continuar sentado negociando la paz.

En este momento, esta estructura y la Fuerza Pública mantienen el cese bilateral del fuego que prorrogaron desde el pasado 16 de julio y que termina el próximo 15 de octubre.

La continuidad de la tregua se definirá en la siguiente ronda de negociación, la sexta en lo que va corrido de este proceso de paz, prevista para el 4 y 9 de octubre en Bogotá.

El anterior ciclo terminó a mediados de julio, también en la capital del país, y  allí las partes acordaron, además de prorrogar el alto el fuego, que la mesa acogería los compromisos de “transformación territorial y asuntos ambientales” derivados de las jornadas de diálogo social que han sido aprobados por las partes.

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“Para la continuidad de esos diálogos se definen, para el próximo periodo, las siguientes zonas especiales de intervención y ejecución de acuerdos parciales: Sur del Meta - norte del Guaviare, Catatumbo, norte-nordeste y Bajo Cauca Antioqueño, Sur de Bolívar y Caquetá-Yarí. Por acuerdo de las partes se podrán incluir otras zonas”, dice el  documento conjunto suscrito.

Es así como las delegaciones estuvieron trabajando en agosto pasado, y durante varios días, en Cúcuta, no solo para avanzar en ese punto, sino para normalizar el funcionamiento de la mesa.

Esta semana representantes de ambas delegaciones regresaron a la ciudad y se encuentran trabajando en el desarrollo de dichos diálogos sociales, con el ánimo de avanzar en la concertación con las comunidades de las iniciativas en beneficio del territorio.

Retoman diálogos

Esta semana también se conoció que el Gobierno y la Segunda Marquetalia, bajo el mando de alias Iván Márquez, retomarán los diálogos en la tercera semana de octubre en La Habana, Cuba.

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Se trata del segundo ciclo, desde que decidieron iniciar una mesa de conversaciones, en febrero pasado.

En el comunicado conjunto emitido por ambas delegaciones destacaron que el enfoque de la nueva ronda estará centrado en temas de transformación del territorio, seguridad humana, paz territorial, democracia y participación, así como en la protección del medio ambiente y la biodiversidad.

Las delegaciones expresaron su compromiso de avanzar en las conversaciones, consolidando los logros alcanzados previamente.

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El proceso de paz con la Segunda Marquetalia había sido suspendido en julio, debido a desacuerdos sobre la orden de captura y la solicitud de extradición contra Márquez.

Sin embargo, las negociaciones fueron retomadas en septiembre, y ahora ambas partes esperan avanzar hacia un acuerdo que permita la disminución del conflicto en al menos 12 regiones del país, donde la facción disidente tiene presencia con alrededor de 1.600 combatientes.

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