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La guerra en Norte de Santander después de las Farc
Continuarán haciendo presencia armada el Eln, Los Pelusos, Los Rastrojos, Los Urabeños y una disidencia de esta última banda criminal.
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Jhon Jairo Jácome Ramírez
Sábado, 2 de Julio de 2016

El 23 de junio pasado, la historia reciente del país se partió en dos. Ese día, en un hecho histórico que fue seguido por millones de colombianos, el presidente Juan Manuel Santos y el máximo comandante de las Farc, Rodrigo Londoño Echeverri (Timochenko), firmaron un cese al fuego bilateral en La Habana (Cuba), el último paso para la firma de un acuerdo de paz definitivo entre el Estado y esa guerrilla.  

Sin embargo, en Norte de Santander, la salida de las Farc del escenario del conflicto supone apenas la partida de uno de los actores que a diario intervienen en la guerra que se vive en el departamento, donde convergen, además de las Farc, la guerrilla del Eln y las bandas criminales (bacrim) Los Pelusos (antiguo Epl), Los Rastrojos, Los Urabeños (ahora Clan del Golfo) y una disidencia de esta última.

Según fuentes de Inteligencia, sin las Farc, en Norte de Santander seguirían en armas 924 personas, repartidas así: Eln (428), Los Pelusos (152), Los Rastrojos (70), Los Urabeños (98), Disidencia de Los Urabeños (55) y 121 de las milicias urbanas del Eln.  

Eln, el que queda con mayor poder

Si se trazara una línea horizontal sobre el mapa de Norte de Santander, partiendo desde Cúcuta hasta la frontera con el Cesar por el occidente, se podría ver que hacia el norte del departamento, especialmente en la zona del Catatumbo, es donde se concentran todos los grupos armados que intervienen en la guerra que se libra en la región.

No obstante, es el Eln el único de estos actores que logra hacer presencia por debajo de esa línea imaginaria, en los municipios de Toledo y Chitagá. Con esta ‘excepción’, la guerra en Norte de Santander se desarrolla principalmente en torno a los cultivos de coca. Y estos están en el Catatumbo.

Por eso, la guerrilla del Eln, ante la salida de las Farc del negocio del narcotráfico, pasará a ocupar los espacios que esta mantenía y a consolidarse como el principal grupo armado de la región.

Para ello, reforzará el accionar del Frente de Guerra Nororiental, uno de los 6 frentes de guerra que conforman al Eln en el país, y que hace presencia en su gran mayoría sobre la región del Catatumbo.

En Toledo y Chitagá, el frente Efraín Pabón Pabón, estructura perteneciente al frente de guerra Oriental, que hace presencia en Arauca, Boyacá y Casanare, se encarga de controlar la zona, principalmente por la presencia del oleoducto Caño Limón Coveñas, blanco de sus constantes ataques.

Según las autoridades, el Frente de Guerra Nororiental está conformado por 7 frentes y 4 compañías, con un aproximado de 428 guerrilleros que se encuentran al mando de ‘Alfred’, un escurridizo guerrillero sobre el que se adelantan incesantes operaciones para dar con su paradero.

Además de estos 428 hombres armados, el Eln también tiene una fuerte presencia en las goteras de Cúcuta y su área metropolitana, donde se han podido identificar 121 milicianos pertenecientes al frente Germán Velasco Villamizar. A este frente se le atribuye la explosión ocurrida en el parque Lineal de Cúcuta, el pasado 10 de febrero, que dejó 8 policías heridos.

Este año, las autoridades han contabilizado 47 acciones armadas del Eln, de las cuales 31 han sido contra la fuerza pública. De este total, 15 han ocurrido en Tibú, 7 en Teorama, 6 en El Tarra, 3 en Ocaña, 3 en San Calixto, 3 en El Carmen, 3 en Convención, 2 en Bucarasica, 2 en Hacarí, 1 en la Playa, 1 en Sardinata y 1 en Toledo.

Las 31 acciones contra la fuerza pública han dejado 8 muertos (2 policías y 6 militares) y 13 heridos (7 policías y 6 militares).

Los Pelusos y el poder del narcotráfico

De Los Pelusos, que operan bajo el mando de Guillermo León Aguirre, alias David León, y Jader Navarro Barbosa, ‘Caracho’, reemplazante de Megateo (Víctor Ramón Navarro Serrano) en esta estructura criminal, se sabe que en los últimos años han establecido una relación muy cercana con el Frente Nororiental de la guerrilla del Eln y el Bloque Magdalena Medio de las Farc.

Esta banda criminal, como es tratada ahora por el gobierno nacional, está conformada por 152 hombres aproximadamente, repartidos de manera estratégica en los 11 municipios del Catatumbo.

Además de David León y Caracho, que es el encargado de las finanzas, operan bajo el mando de alias Pedro (ideólogo político), alias Mauricio o Pácora (líder militar), y Jesús Lubin Serrano, ‘El Grillo’ (líder de comisión).

Para las autoridades, esta banda está dedicada en su totalidad al negocio del narcotráfico, lo que ha desencadenado una serie de ataques contra la población civil, entre homicidios y amenazas.

En lo corrido del presente año, Los Pelusos han cometido 26 acciones armadas, de las cuales 13 han sido contra la fuerza pública y 13 contra civiles.

Las 26 acciones han sido en San Calixto (6),  Teorama (6), Tibú (3), Hacarí (2),  Sardinata (2), Ábrego (1), Bucarasica (1), Convención (1), El Carmen (1), El Tarra (1), La Playa (1)  y Ocaña (1).

En estos ataques han muerto 4 policías y 5 militares; 6 más han resultado lesionados (1 policía y 5 militares).

Los Pelusos han atacado a la Policía en Convención, El Carmen, Sardinata, San Calixto, Teorama, Ábrego y Hacarí.

Bandas criminales, el azote de Cúcuta y su área metropolitana

Si bien las Farc no tienen presencia armada en la capital del departamento ni los municipios que le rodean, sí existe un temor muy grande porque algunos de los hombres que dejen las armas en esta guerrilla pasen a engrosar las filas de las bandas criminales que desde el 2004 se han tomado a sangre y fuego la ciudad y su área metropolitana.

En Puerto Santander, bastión de Los Rastrojos y único municipio en el que aún hace presencia esta banda criminal, se estima que hay 70 integrantes armados dedicados a la extorsión, el contrabando y, principalmente, al narcotráfico.

En los últimos años, esta banda se ha enfrentado con Los Urabeños, ahora llamados Clan del Golfo, por el control de la franja fronteriza que va desde la redoma de la cárcel de Cúcuta hasta Puerto Santander, zona por la que a diario los contrabandistas mueven mercancía traída del vecino país a través de las 46 trochas que las autoridades han podido identificar en la zona, y por la que deben pagar una cuota a las bacrim.

Los Urabeños, la bacrim más fuerte en Cúcuta y su área metropolitana, tienen en la actualidad 98 integrantes armados que controlan el andamiaje criminal de la ciudad, incluidos los homicidios por encargo, las extorsiones, el microtráfico y el contrabando, entre otros delitos.

Sus cabecillas, que en promedio duran 4 meses antes de ser capturados por las autoridades, entraron en conflicto desde hace dos años, dando origen a una disidencia que, con 55 integrantes, hace presencia principalmente en Villa del Rosario y los corregimientos de Juan Frío y La Parada de este municipio.

Esta disidencia, al mando de Eleazar Villamizar Botía, alias El Gringo (capturado), es la responsable de la mayoría de los homicidios registrados en el municipio histórico y que este año ya suman 8.

El Gringo, gramalotero nacido el 9 de enero de 1977, fue el que en el 2014 decidió abrirse del Clan Úsuga y montar su propia franquicia criminal en la región, llevándose consigo a varios de los hombres que hasta ese entonces integraban dicha banda y enfrentándose a muerte a alias Cristian, máximo comandante de esa bacrim por esos días.

A su disidencia, llamada ‘Integración Colombia’, quiso promocionarla como una organización político-militar que llegaba a la región para luchar en contra de las otras bandas criminales y grupos guerrilleros, aduciendo tener como su principal objetivo la protección de los campesinos, las víctimas del conflicto y los comerciantes de la zona.

Con su bacrim, El Gringo se erigió como el cabecilla de las disidencias del Clan Úsuga en Cúcuta, los municipios venezolanos de Ureña y San Antonio, y los pasos fronterizos ilegales de El Escobal y Villa del Rosario.

Lideraba las finanzas de su estructura obtenidas a través de extorsiones a comerciantes, contrabandistas y narcotraficantes. En la investigación que las autoridades iniciaron en su contra, se le señaló de ser el determinador del ataque ejecutado contra la Policía por esa estructura en julio del 2014 en la vereda La Javilla del corregimiento Aguaclara (Cúcuta), donde resultaron muertos dos uniformados, entre ellos el comandante de la subestación de esa localidad, y otros dos quedaron heridos con arma de fuego.

En el prontuario criminal de El Gringo llama la atención que, a pesar de haber sido capturado varias veces, siga como si nada delinquiendo en las calles de la ciudad. Algunas de sus capturas han sido:

20 de junio de 2008: Capturado en Tuluá (Valle del Cauca) por el delito de concierto para delinquir.

19 de diciembre de 2011: Capturado en Cúcuta por el delito de concierto para delinquir y tráfico de estupefacientes.

3 de febrero de 2012: Capturado por el delito de concierto para delinquir.

7 de noviembre de 2013: Capturado en Cúcuta por el delito de extorsión.

10 de noviembre de 2015: Capturado en Cúcuta por el delito de concierto para delinquir agravado.

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