No es cierto que Salvatore Mancuso quedará libre con la mera firma de la resolución en la que el Gobierno lo nombra gestor de paz.
Sí es cierto, como la misma resolución dice, y como está establecido en la Ley 975 de 2005 y otros tres decretos que la reglamentan, que el presidente puede “solicitar a las autoridades judiciales competentes la suspensión de la medida de aseguramiento o de la pena”.
Uno de los órganos de justicia de los que podría depender que Mancuso quede en libertad es la Corte Constitucional.
En su orden del día está pendiente el estudio de una tutela que el exparamilitar interpuso contra la Corte Suprema de Justicia, que había respaldado su detención. Por medio de la resolución 244 de 2023, el presidente Gustavo Petro hizo oficial la designación de Salvatore Mancuso Gómez como nuevo gestor de paz.
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Según expresa el documento, esta designación tiene la finalidad que el exjefe paramilitar “contribuya con su conocimiento y experiencia al diseño de procesos de desarme colectivo de los grupos criminales que actúen en el territorio nacional”.
El documento deja claro que entre los beneficios para el exjefe de las Autodefensas Unidas de Colombia será el pedido del Gobierno a las autoridades competentes “la suspensión de las medidas judiciales vigentes en contra de Mancuso”.
¿Qué piensan en Norte de Santander?
Representantes de las víctimas del paramilitarismo y organizaciones sociales defensoras de derechos humanos coincidieron en pedirle a Mancuso que diga toda la verdad que aún no se conoce sobre la barbarie cometida en Norte de Santander por las autodefensas.
Dana Vargas, representante de las víctimas en esta zona del país, insistió en que la designación de gestor de paz a Mancuso debe obligar al exlíder paramilitar a revelar todos los hechos cometidos por ese grupo armado tras su incursión en el área metropolitana de Cúcuta y el Catatumbo.
“Nos gustaría mucho si se hace memoria y contar todos los hechos, los datos de desaparecidos y donde están las fosas comunes. Las víctimas siempre hemos querido una verdad transparente y con realidad”, agregó Vargas.
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Entretanto, Wilfredo Cañizares, director de la Fundación Progresar, le insistió a Mancuso revelar toda la información que se requiere, y se ha solicitado en reiteradas oportunidades, para aclarar todos los hechos alrededor de los cerca de 10 mil asesinados y 8.000 desaparecidos que dejaron las Auc en Norte de Santander.
“A nosotros nos parece que Mancuso sea gestor de paz, siempre y cuando contribuya con la verdad real. Tiene que ayudar a localizar a los desaparecidos y dar el nombre de ellos por que los paramilitares en Justicia y Paz no entregaron nombres, solo dijeron donde los habían matado y sepultado pero no han dicho a quienes, por ejemplo, incineraron en los hornos de Juan Frío, Pacolandia y Buena Esperanza”.
Cañizares aseguró que no se ha revelado quienes, según él, trajeron a los paramilitares y quienes estuvieron detrás del asesinato del candidato a la Gobernación Tirso Vélez, ocurrido en julio del 2003 en las calles céntricas de Cúcuta.
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“Si Mancuso no dice la verdad de lo que pasó en Norte de Santander no vamos a apoyar su designación de gestor de paz desde la red departamental de organizaciones de derechos humanos, que la integramos 40 fundaciones y ONG”, concluyó Cañizares.
Un defensor de derechos humanos del Catatumbo, que solicitó la reserva de su nombre, dijo que en la comunidad la opinión está dividida frente a la posibilidad de que Mancuso sea nombrado gestor de paz por el Gobierno nacional.
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