Una niña de 4 años que mientras se bañaba observó en la mirada de un perro la misma que le hacia su tío mientras abusaba de ella en la casa de su abuela, fue lo que desencadenó la confesión de la menor.
La niña, atemorizada, le pidió a un familiar que sacara del lugar al animal, porque sentía que allí estaba su tío, mirándola como acostumbraba a hacerlo todos los sábados mientras cometía los actos sexuales con ella y sus otras tres primas.
De inmediato, el pariente que la cuidaba en ese momento le pidió a la víctima que contara lo que sucedía y fue en ese momento en que se descubrió el aberrante caso de abuso sexual que ocurrió este año en el barrio La Sabana de Los Patios.
La confianza y la unión familiar hacía que las mamás de las niñas de 4, 12 y 13 años, llevaran a las menores de edad los sábados a la casa de su abuela a compartir el día juntas.
Ese momento era aprovechado por el agresor, de 65 años, quien esperaba a que sus parientes salieran de la casa para llevar a las cuatro niñas al segundo piso de la vivienda, las desnudaba y se masturbaba.
Tras conocer a lo que el agresor sometía a sus sobrinas, los familiares decidieron denunciar a las autoridades, por lo que uniformados de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) le siguieron el rastro al caso hasta lograr la captura del hombre de 65 años que hoy paga su condena en la cárcel.
“Es penoso y delicado que pasen este tipo de cosas. En Cúcuta, la situación es muy compleja y ha aumentado cada vez más los delitos sexuales contra los menores de 14 años”, sostuvo un investigador de la Policía Metropolitana de Cúcuta que día tras día trabaja en perseguir a los agresores de los niños.
El 90 por ciento de los hombres que abusan de los menores de edad son familiares de las víctimas, por lo que esto se convierte en un problema social que a veces se vuelve muy difícil de controlar.
Cubrir las figuras de papás ausentes y saldar las necesidades económicas de los menores hace que poco a poco se ganen la confianza y logren sus objetivos sexuales.
Esto, sumado al descuido sin intención de los papás de los niños, mientras dejan a los menores bajo el cuidado de terceras personas mientras salen a trabajar, mezcla la opción perfecta para que los agresores sexuales cumplan sus aberraciones.
“Los papas tienen que conocer bien a sus hijos, darles confianza y cuando vean cambios repentinos hay que acudir a las autoridades”, recordó el investigador de delitos sexuales.
Según el policía, cuando el menor pierde muchas materias en el colegio o se cohíbe de salir al parque a jugar con sus amigos como lo hacía normalmente y toma actitudes extrañas, son motivos para que los padres se preocupen y acudan a la Policía o algún sicólogo.
Acompañamiento
Desde que se conoce una denuncia por estos hechos, un conjunto de autoridades como la Policía, el Centro de Atención a Víctimas de Abuso Sexual (Caivas) de la Fiscalía y miembros del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) brindan el acompañamiento al menor para que se reestablezcan sus derechos y que pueda superar el suceso junto a los profesionales indicados.
“Hay niños que ya no quieren volver a estudiar, no pueden dormir y sufren pesadillas por los abusos a los que fueron sometidos”, explicó la fuente judicial.
El 70 por ciento de las víctimas son menores de 14 años de familias pobres, por lo que sus agresores aprovechan su condición económica y hasta con $2.000 que les dan para desayunar en el colegio, se ganan la oportunidad para cometer el delito.
Enfermedades
El investigador de la Sijín aseguró que una de las consecuencias graves que sufren las víctimas con estos hechos sexuales es que algunas de ellas son contagiadas con enfermedades de transmisión sexual, generando un deterioro sicológico además del físico en los niños.
Aunque hasta el momento no se ha registrado ningún caso de niños violados que sean contagiados con VIH, sí han ocurrido infecciones con otro tipo de enfermedades venéreas.
Capturas
En lo corrido de 2017, la Policía Metropolitana de Cúcuta ha capturado a 28 personas por cometer delitos sexuales con menores de 14 años.
Seis de estos casos corresponden a violaciones, 21 a actos sexuales y uno por acoso sexual.
Entre tanto, la Policía de Norte de Santander ha capturado a 33 personas sindicadas de estos hechos.
Ocaña es el municipio donde más casos se han registrado este año, con 13 capturas, por lo que las autoridades adelantan planes preventivos para contrarrestar este delito.
Las penas
La persona que sea sindicada de cometer un acceso carnal abusivo con menor de 14 años puede pagar una condena desde 18 hasta los 25 años de cárcel. La pena para una que cometa actos sexuales con un menor oscila entre 10 y 18 años de prisión.
Para tener en cuenta
Las personas condenadas por cometer delitos sexuales con menores de edad no tienen ningún beneficio en su pena de prisión, por el agravante del delito, según la Constitución colombiana.