La salud mental se convirtió en un tema de alta preocupación en los entornos escolares, especialmente después de la pandemia ocasionada por la COVID-19. 

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Según estudios realizados por el Instituto Colombiano de Neurociencias de Colombia, el 88 por ciento de los niños tuvo alguna afectación en la salud mental y el comportamiento durante los días de aislamiento, mientras que el 42 por ciento vio afectadas sus habilidades académicas, contando que de acuerdo con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), alrededor de 500 menores se suicidan cada año en el país, configurándose en la tercera causa de muerte en adolescentes (10-17 años). 

Una razón por la cual, las instituciones educativas deberían estar cada vez más preocupadas por los problemas de convivencia escolar, salud mental y estilos de vida que viven los niños y jóvenes, teniendo en cuenta que estos se relacionan con los procesos de aprendizaje. 

En este sentido, el Índice Welbin, la iniciativa más grande conocida a la fecha para estudiar y analizar las condiciones escolares para el bienestar en todas las instituciones de Colombia, liderada por la organización Welbin y el Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Universidad Javeriana, dieron a conocer los resultados del estudio que se realizó en este 2022 con los 1.556 colegios de 31 departamentos que se sumaron a la investigación. 

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¿Cómo les fue?

El estudio reveló que los rectores y secretarías de Educación han mostrado un gran interés por diagnosticar las condiciones de bienestar en sus colegios.

Sin embargo, el 77% de los colegios participantes consideró que no están acompañando adecuadamente las necesidades de salud física, mental y social de los estudiantes, resaltando que solo un 34% de los planteles tiene como prioridad número uno la convivencia, salud escolar, alimentación y vida sana de los niños y jóvenes.  Se pudo evidenciar que las principales áreas en las que los colegios necesitan más capacitación son: la salud mental, la resolución de conflictos y la educación sexual.

“Ocho de cada diez colegios consideran que no están acompañando adecuadamente las necesidades en salud física, mental y social de los estudiantes. Al mismo tiempo, el 53% refieren que las situaciones de convivencia escolar y de salud escolar (enfermedades) son las principales causas de ausentismo escolar y, por lo tanto, su principal preocupación en materia de bienestar escolar”, indicó el informe del Índice Welbin. 

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Convivencia e inclusión

En esta área el 75% de los colegios aseguró que ha realizado actividades de comunicación sobre el manejo de situaciones de convivencia escolar. Se encontró que, frente a la formación de docentes en los últimos dos años, en temas relacionados con el cuidado de la convivencia el 53% de los maestros ha fortalecido sus conocimientos en protocolos y rutas de atención, el 49% en manejo de aulas y resolución de conflictos, el 40% en competencias socioemocionales y el 25% en prevención del estigma y discriminación. 

“El 19% de los colegios tienen mecanismos para identificar y derivar casos de violencia escolar, el 85% realiza algún ajuste razonable para promover el acceso a la educación y el 16% facilita el tamizaje visual para sus estudiantes”, añade el Índice.

En cuanto a temas de inclusión, en materia de infraestructura solo el 30% de los colegios tiene baños accesibles para personas en condición de discapacidad, el 32% cuenta con rampas y solo el 2% tiene intérprete de señas o software dictado. 

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Salud mental y emocional

Esta es una de las áreas que más preocupa, pues aunque el 72% de los colegios cuenta con profesionales específicos de acompañamiento psicosocial, solo el 16% tiene mecanismos para identificar y derivar casos de salud mental. El 9% suple el acompañamiento psicosocial con docentes o personal administrativo y el 19% no tiene profesionales para hacer ese acompañamiento. 

En vista de que los indicadores temáticos de bienestar escolar mostraron que, en promedio, los colegios no cumplen con la mitad de las prácticas recomendadas para abordar integralmente las situaciones de convivencia, salud mental, alimentación y vida sana, sexualidad y seguridad, el Índice Welbin y LEE recomiendan que para abordar de manera integral estos temas, es necesario ir más allá de formaciones y capacitaciones. “Hay que involucrar cambios en las políticas, estrategias y lineamientos escolares; en el entorno físico y psicosocial, en la articulación con servicios de salud y alimentación y en las alianzas con actores comunitarios. Se recomienda prestar atención especial a las áreas de sexualidad y salud mental que fueron las que más bajo puntearon”, precisó el estudio. 

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Sexualidad y género

Es fundamental entender que desde temprana edad, niñas y niños necesitan información apropiada para entender sus cuerpos, sus relaciones, y sus sentimientos. Es importante que desde los planteles educativos se contribuya a trabajar en la prevención de violencias sexuales basadas en género, resaltando que, en Colombia, según el Ministerio de Salud y Protección Social el 46% de los casos de violencia de género se dan en personas entre los 5 y 19 años. 

Está demostrado que la educación sexual ayuda a retrasar la edad de inicio de la actividad sexual, disminuyendo así la frecuencia de embarazos no deseados y de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS). 

No obstante, si bien es cierto que el 77% de los colegios realiza acciones para promover los derechos sexuales y reproductivos, solo el 15% de las instituciones educativas demostró que da información sobre acceso a anticonceptivos, el 19% ha formado a sus docentes en temas de prevención del embarazo en la adolescencia y un 11% ha formado a los maestros en prevención de ITS. Quizás el principal avance es que, cerca del 71% de los colegios ha actualizado su currículo de educación para la sexualidad en los últimos dos años. 

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Panorama en Norte de Santander

La Secretaría de Educación Departamental informó que, actualmente, solo cuentan con 74 docentes orientadores en igual número de establecimientos de los 211 que hay en la región, demostrando que hay un déficit, del cual ya está enterado el Ministerio de Educación Nacional. 

La entidad territorial destacó que, en el marco del Comité Departamental de Convivencia Escolar y la construcción participativa del eje de convivencia y construcción de paz del Pacto por la Educación Norte de Santander ha identificado como retos la apropiación de la convivencia como un fin esencial del Estado, un derecho y deber de la ciudadanía. 

Esto, teniendo en cuenta que se requiere la coordinación institucional para la gestión de la convivencia y la transformación de la conflictividad, en especial en territorios de difícil acceso, por lo que han tenido que focalizar acciones y desarrollar acuerdos que permitan la transformación de situaciones que afectan la vida, la integridad y la convivencia en las comunidades educativas.

“Para atender esta problemática se creó la Red de Orientadores y de Convivencia de los municipios PDET (San Calixto, Tibú, Sardinata, Convención, Teorama, El Tarra, El Carmen, Hacarí y Ocaña”, explicaron desde el área de prensa de la Secretaría. 

Todos los jueves, a las 4:00 de la tarde, -aseguran- la Secretaría de Educación realiza webinares sobre temas de salud mental, orientación vocacional, prevención de abuso sexual, del acoso escolar y violencia basada en género para estudiantes, maestros, padres de familia, directivos docentes y personal administrativo.

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