Veintitrés personas habían muerto hasta ayer por tomar licor adulterado, solo en Bogotá, en lo que va de diciembre de 2022.

De acuerdo con la Secretaría de Salud de la capital, las autoridades encontraron metanol en los cadáveres de 12 de las víctimas. Se trata de una sustancia que se usa para fabricar anticongelantes, plaguicidas, líquido limpiaparabrisas y diluyente de pintura, con la cual, por su apariencia y olor similar al del alcohol, rinden las bebidas embriagantes. 

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De este calibre es el riesgo de tomar licor adulterado, por eso te contamos qué pasa en el organismo de quien lo consuma, ¿cómo saber si un licor está adulterado?, ¿qué hacer en caso de una intoxicación de este tipo?

Es delicadísimo

Enrique Mazenett, director nacional de Epidemiología de Coosalud EPS, explica: “Los licores adulterados contienen sustancias tóxicas, muchas veces pueden contener alcohol metílico (metanol), que es un alcohol industrial, o pueden tener otras sustancias”.

El problema con este alcohol es que no está hecho para el consumo humano, “y produce muchos daños en el organismo. Causa síntomas como náuseas, vómitos, mareos, dolor de cabeza, gastritis, visión borrosa, cuando se consume en pequeñas cantidades. En un consumo mayor, puede resultar en convulsiones, pérdida del conocimiento, daño renal, hepático y también del sistema nervioso central, así como del nervio óptico y producirse una ceguera permanente. Y, evidentemente, la muerte también puede ser una consecuencia”, asegura el doctor Mazenett.

Metanol, el más frecuente

Mazenett explica que el metanol es un alcohol mucho más barato y cualquier persona lo puede conseguir fácilmente, además, a veces ocurre que, cuando se fabrica el licor de manera artesanal, “hay un proceso de destilación inadecuado —por falta de tecnología precisa— y, al preparar el producto, se producen también —además del alcohol etílico, que es el que sí se puede tomar— residuos de otros tipos de alcoholes, entre ellos el metílico, que es tóxico”. 

Tres etapas

El doctor Mauricio Sarmiento Borda, subdirector nacional de Medicina Laboral de Coosalud, explica que la intoxicación por metanol tiene tres etapas:

Leve. Náuseas, dolor en la región epigástrica (zona central del abdomen, encima del ombligo) y cefalea global. Al pasar el tiempo el cuadro se acompaña de visión borrosa.

Moderada. Se mantienen los síntomas del cuadro leve y se incluyen vómitos, hay taquicardia y depresión del sistema nervioso central. Si se produce el cuadro de embriaguez, es poco intenso y corto en su duración. La piel está fría y sudorosa, la visión es borrosa y hay taquipnea (respiración demasiado acelerada).

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Grave. El paciente está en coma y presenta acidosis metabólica (acumulación de toxinas del cuerpo, insuficiencia hepática, etc.). La respiración es superficial y rápida. El color de la piel y las mucosas es francamente cianótico (color azulado o grisáceo). Las dificultades para respirar pueden llegar al edema agudo de pulmón. Se presenta edema cerebral; coma y, a veces, convulsiones. Las intoxicaciones graves pueden presentar con insuficiencia renal aguda.

¡No es guayabo!

El doctor Mazenett explica que “el alcohol adulterado te da los síntomas antes, o sea, por supuesto todo depende de la cantidad que se consuma, pero es un alcohol que muy rápidamente da vómitos, la persona se emborracha mucho más rápido, da gastritis, te quema la garganta cuando te lo tomas. La persona que está acostumbrada a tomar alcohol se va a dar cuenta de que (el adulterado) es diferente, lo que pasa es que si ya ha bebido mucho alcohol ‘bueno’ antes y está ebria, ya no tendrá la misma capacidad de discernir que alguien sobrio”. 

“Lo van a ver muy mal, no es el guayabo típico, es mucho más severo. Y la visión borrosa no es característica del alcohol tradicional”, así se puede saber. De acuerdo con la OMS, el cuadro clínico puede iniciar en pocas horas y hasta 30 horas después de la ingesta.

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Consejos para prevenir: evítese un mal rato

1. Compra el licor en sitios o establecimientos reconocidos.

2. En caso de consumir el licor en el mismo establecimiento, exige que se destape delante tuyo.

3. Mira siempre la botella antes de tomar, debe tener la etiqueta “derechita”, que se vea que fue puesta por una máquina; bien pegada. Frótala y asegúrate de que no desprende tinta. La tapa debe tener su correspondiente sello de seguridad y mira que tenga la estampilla.

4. El líquido debe ser transparente, no puede tener partículas flotando.

5. Fíjate en el color del licor, asegúrate de que sea el característico.

6. Mira que no haya goteo por la tapa.

7. Con el licor en tetrapak hay que tener especial cuidado, porque es más fácil adulterarlo debido al material, además, no ves el líquido. Ten cuidado de dónde y a quién se lo compras.

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