Lo habrá notado: la pandemia y las medidas de aislamiento preventivo impactaron en la vida cotidiana de todos. Incluso los profesionales de la salud fueron testigos de cómo sus pacientes con enfermedades crónicas desatendieron sus chequeos y tratamientos a mediados del año pasado. Así lo recuerda Julián Ramírez, jefe de Medicina Interna de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia: “De hecho, al principio muchos de estos pacientes llegaron descompensados a los servicios de salud y requirieron de hospitalización”, dice.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), de las enfermedades crónicas no transmisibles, las cardiovasculares son las que ocasionan mayor número de muertes a nivel mundial (17,9 millones cada año), seguidas del cáncer (9,0 millones), las enfermedades respiratorias (3,9 millones) y la diabetes (1,6 millones).

En el contexto de la pandemia, si bien el abandono de los controles y tratamientos pudo deberse a distintas causas, los tres especialistas consultados coinciden en que el temor al contagio habría sido una de las principales. “La pandemia ha representado un reto, no solo para el sector salud sino para toda la humanidad. Se debieron tomar medidas extremas que nos ayudaron a prepararnos para asumir los picos de contagio, pero también desencadenaron una ola de temor que hizo que las personas descuidaran u olvidaran el cuidado de su salud”, dice Theider Serna Jiménez, coordinador del Servicio de Urgencias de la Clínica Universitaria Bolivariana.

Hoy día los hospitales continúan con una alta ocupación de camas de Cuidados Intensivos (95 % con corte al 13 de julio), por eso, la telemedicina sigue siendo una de las mejores opciones en razón de la prevención. “Hay que confiar. Quien está al otro lado del teléfono o del computador es personal de salud capacitado que conoce al paciente o tiene a la mano su historia clínica”, agrega Serna Jimenez.

Evite complicaciones

Si sufre de alguna enfermedad crónica (cardiovasculares (como la hipertensión), respiratorias (como el asma), cáncer o diabetes) retome sus citas médicas de revisión pues, de no hacerlo, podría descompensarse y necesitar atención en urgencias, una intervención quirúrgica o tener un desenlace fatal. “Además, una patología de este tipo mal controlada aumenta el riesgo de complicaciones en caso de infección por COVID-19”, recuerda la doctora Elsy Cristina Sierra Vargas, internista y docente de la Facultad de Medicina de la Universidad CES.

Más allá de hacerse exámenes rutinarios, lo fundamental es asegurar cada cierto tiempo la revisión de un médico. “Los exámenes de rutina son menos importantes que una visita al médico a partir de la cual, dependiendo de la edad del paciente y el perfil de riesgos, se ordenen exámenes específicos”, señala Ramírez.

A nivel general los intervalos entre citas dependerán de cada paciente y de qué tan controlada tenga la patología: si está en óptimas condiciones, puede ser de 3 a 6 meses. Sin embargo, es fundamental que lo converse de forma directa con su médico.

Finalmente, si se encuentra descompensado se acorta ese tiempo a cada semana, cada 15 días o cada mes, explica Sierra y reitera que “no hay un tiempo de revisión y realización de exámenes igual para todo el mundo. El médico los establecerá cada mes si hay un deterioro clínico o una vez al año como control”.

Si es un paciente sano

Para los pacientes sanos, al igual que para los crónicos, la recomendación principal es confiar en la virtualidad. En este tipo de citas el médico conoce los hábitos de vida, la edad y los factores de riesgo de la persona, todo a través de la conversación. “De acuerdo al perfil, el médico o enfermera determina si debe mandarle estudios, ayudas diagnósticas o tamizajes”, señala Serna. De este modo, la consulta virtual o de telemedicina resulta ser un primer paso en el proceso de prevención o revisión de enfermedades preexistentes. En caso de que usted necesite ser atendido de forma presencial o un examen en específico, el médico, posterior a la consulta virtual, podrá determinarlo.

La doctora Sierra hace énfasis en que más que hablar de “chequeos generales” lo que sí es importante en población sana es la tamización de las enfermedades prevalentes, es decir, analizar y evaluar con pruebas los riesgos que existen de desarrollar alguna patología según la edad y el sexo de la persona.

De este modo, en mujeres entre los 25 y 65 años es importante realizar pruebas de cáncer de cérvix a través de la detección del ADN del virus del papiloma humano o la citología. A partir de los 40 o 50 se realiza la detección de cáncer de seno hasta los 75 (podría empezar antes si hay antecedentes familiares en primer grado). Por otro lado, en hombres se evalúa cáncer de próstata a partir de los 40 o 50 años mediante un tacto rectal y la detección de antígeno prostático. “Otros tipos de cáncer se tamizan de acuerdo al individuo, sus factores de riesgo e hsitoria familiar”, puntualiza.

Para las enfermedades cardiovasculares más frecuentes (hipertensión, dislipidemia y diabetes) se recomienda revisión de las mismas en mayores de 18 años al menos una vez en la vida. En menores de 45 años, con sobrepeso u obesidad, se debe evaluar diabetes antes de los 45, al menos una vez cada tres años y en mayores de 45 sanos, se observará glucemia al menos una vez cada tres años.

La relación médico-paciente

Adoptar hábitos de vida saludables como tener una alimentación balanceada (rica en frutas y verduras), realizar ejercicio de forma frecuente (de 30 a 40 minutos, tres veces por semana) y eliminar factores de riesgo como el consumo de tabaco y alcohol es fundamental para prevenir enfermedades de cualquier tipo.

Añadido a esto, mantener una relación de confianza con el personal de la salud es crucial. “Aquí hay un mensaje muy potente, la relación médico-paciente es un factor muy importante para la prevención y el tratamiento de enfermedades. Lo que realmente cambia el pronóstico de una enfermedad, más que un examen, es una buena decisión tomada por el profesional tratante”, concluye el doctor Ramírez.

En este sentido, y comprendiendo el contexto actual desencadenado por la pandemia, es importante que confíe en las consultas virtuales. Recuerde que el personal médico, a pesar de estar tras una pantalla o al otro lado del teléfono, cuenta con los conocimientos necesarios para determinar si usted necesita o no una revisión presencial, un examen específico o algún tipo de medicamento. La confianza y la honestidad son fundamentales. Exprese de forma clara sus síntomas o sus objetivos con la consulta, y sea receptivo a las consideraciones del profesional.

En caso de que no conozca la ruta para agendar una cita de telemedicina, comuníquese como lo hace regularmente con su EPS y solicite el servicio. También puede ingresar a la página web de la entidad y navear en búsqueda de la opción telemedicina, agendamiento o cita virtual. Recuerde que evitar aglomeraciones y actividades externas innecesarias son dos de las medidas fundamentales para prevenir el contagio de COVID-19, incluyendo el uso correcto de tapabocas y la desinfección de manos.

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