Desde finales del mes de abril, en laboratorios privados del Táchira comenzaron a notar una alta incidencia en casos de rotavirus, adenovirus (una variante de la anterior) y en algunos casos infecciones ocasionadas por blastocystis (en algunas personas ambos cuadros clínicos presentes), situación que preocupa a las autoridades sanitarias regionales, que ya se encuentran desarrollando diversos estudios al agua. 

Los primeros brotes de diarreas severas, fiebre, vómitos y deshidratación se comenzaron a presentar en habitantes de Táriba, municipio Cárdenas, pero luego se extendió a varios municipios de la entidad. 

Al consultar sobre este cuadro clínico al bioanalista Otto Cerezo, explicó que en efecto se inició un proceso de investigación en conjunto con el Ministerio de Salud de Venezuela para determinar el porqué de esta enfermedad, pues al principio pensaban que se trataba de fiebre tifoidea, la cual sí estuvo presente en algunos meses anteriores. 

Tras los meticulosos análisis llevados a cabo a un buen número de pacientes que recurren a su laboratorio, detectaron que gran parte de los casos arrojaban positivo para rotavirus, y en menor medida adenovirus. 

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Indicó que la conducta climática atípica en temporada de sequía con lluvia, hace que proliferen los virus, aunados a ello, si no hay un tratamiento adecuado en donde son recolectadas las aguas en donde se les hace servicio a la ciudad, con algunos feculantes, elementos clorados y depuración de micropartículas, los virus se mantienen. 

Son muchos los ciudadanos que vienen reportando dichos síntomas e incluso, algunas empresas aseguradoras han reportado un incremento en las atenciones por esta patología. Algunos tachirenses pensaban que los síntomas eran ocasionados por el mito de “Las Flores de Mayo”, pero que en realidad son cuadros entéricos, ya que no se trasmiten por flores, sino por contaminación con heces o de persona a persona. 

Estos virus se asocian al mes de mayo en las culturas populares, porque es el mes, en esta zona del trópico, en que empiezan las lluvias y por ello se debe aumentar la cantidad de tratamientos en las aguas del consumo humano, puntualizó Cerezo. 

En cuanto al blastocystis, el cual es un parásito que tiene décadas entre la población, en esta oportunidad también se está manifestando con gran incidencia. 

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“Todas estas entidades son orales - fecales, entran por la boca, en algún momento le llegó una cantidad de heces, posiblemente con comidas de la calle, comida de la casa mal lavadas o consumo de agua sin hervir”, apuntó. 

Lo bueno es que el cuerpo, con buena capacidad inmunológica, buena alimentación e hidratación, es capaz de controlar el virus; sin embargo, los niños menores de 5 años y los adultos mayores de 65 años, son la población de riesgo. 

Jornadas de vacunación contra rotavirus

Cerezo destacó que llama la atención que hace años se llevaban a cabo jornadas de vacunación contra el rotavirus, lo cual no se volvió a hacer, sobre todo en esta zona de frontera, en donde además se está iniciando la temporada de lluvias. 

Por ello, recomendó cepillarse utilizando agua hervida e incluso la de la ducha, aunque no se impide que el virus se mantenga, pero disminuye, ya que el rotavirus está presente en muchos países. 

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Resaltó que es importante que los niños en las escuelas se laven las manos, y calentar muy bien las comidas para que el virus muera, asimismo, mantenerse bien hidratado.

“Si presenta los síntomas y la persona es sana, no requiere de ninguna medicación, solo estar bien hidratados, nada de antibióticos, nada de retrovirales, nada antipiréticos (a menos que el médico lo haya autorizado) y nada de bebidas energéticas que son altas en sodio, ya que  se corre el riesgo de hacer una complicación renal”, refirió. 

Se conoció que en algunas farmacias de San Cristóbal ya han comenzado a escasear los probióticos. 

Anggy Polanco / Corresponsal La Opinión 

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