A seis meses de la apertura comercial entre Colombia y Venezuela a través de la frontera de Táchira y Norte de Santander, el sector económico del eje San Antonio - Ureña dice estar estancado, asegurando que el estado venezolano no ha cumplido con la promesa del mejoramiento de la infraestructura de los servicios públicos.
Así lo dio a conocer el exalcalde del municipio Bolívar y analista de la frontera de la región tachirense, William Gómez, quien refirió que es de entenderse que en un país sin producción, el comerciante no tiene para ofertar productos a un mejor precio que el producto colombiano.
“La mayoría de productos que tiene el comercio en San Antonio son de producción colombiana. Por ende el colombiano no va a venir a comprar productos que consigue en su país”, dijo Gómez.
Apuntó que los únicos sectores que en estos momentos pudieran estarse proyectando son el turístico, hotelero y gastronomía, pero estos también requieren del apoyo, reimpulso y acompañamiento por parte del estado, ya que se deben actualizar y renovar todas las instalaciones existentes.
“Es importante ampliar la zona de circulación territorial para que el colombiano con vehículo de matrícula colombiana pueda transitar en todo el estado sin permisos especiales, puesto que esto genera un obstáculo”, comentó.
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Servicios públicos
Destacó que otro factor que está incidiendo en el crecimiento económico es el aumento desconsiderado de los servicios públicos, puesto que antes de noviembre de 2022, el servicio de agua en la zona tenía un costo equivalente a unos 30.000 pesos, pero ahora a los comerciantes les llegan los recibidos por el orden de los $300.000 y $1.500.000.
“Aunado a ello, el servicio es deficiente porque llega escasamente una o dos veces al mes, lo cual ha generado que el comercio deba generar una ganancia de no menos de 600 dólares y estamos hablando de un comercio pequeño, para solo gastos operativos, administrativos y sin ganancias”, explicó.
El exalcalde –añadió- que muchos empresarios quisieron invertir esperando el auge comercial, pero la sorpresa es que “en vez de darse un dinamismo, se ha favorecido solo el paso de vehículos de las personas y al comercio no le ha representado ninguna ventaja”, ya que las personas van de tránsito y no se quedan consumiendo en San Antonio.
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En cuanto a las operaciones aduaneras, apuntó que pese a que gran parte de los volúmenes de carga entraron al orden regular, el lado venezolano solo registra el 7% de operaciones. “Estamos hablando que antes del 2015, 300 gandolas circulaban por esta zona de importación y exportación, lo que representaba un 75% de importaciones de Colombia a Venezuela y el otro 25% de exportaciones de materia primas de Venezuela a Colombia”, mencionó.
Los horarios
Adicionalmente, queda pendiente la autorización del paso de transporte público a través de las estructuras binacionales, lo que impide la movilización digna del grueso de la población fronteriza.
El horario a través de las estructuras binacionales se mantiene restringido desde las 6:00 de la mañana hasta las 9:00 de la noche, hora de Venezuela, lo cual es otra limitante que hace menos atractivo el dinamismo para que los comercios que funcionan en las horas nocturnas puedan tener mayor movimiento, por ello la necesidad de la ampliación a 24 horas el flujo por los puentes internacionales.
Anggy Polanco / Corresponsalía La Opinión
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