Cambio climático: derribando mitos y teorías conspirativas desde la ciencia

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La Opinión

Existen muchos mitos o detractores sobre las teorías del cambio climático, algunos aseguran que hay grupos conspirando contra el mundo basados en investigaciones sobre el cambio climático.

A continuación, abordaremos cada teoría y los fundamentos científicos de los investigadores del cambio climático en contra de cada una de ellas:

1. Ciclos naturales: Algunas personas y grupos argumentan que las variaciones climáticas son parte de ciclos naturales de la Tierra y que el cambio observado actualmente no se debe a la actividad humana, sino a fenómenos naturales.

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Sin embargo, estudios científicos respaldan que las emisiones humanas de gases de efecto invernadero, como dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), contribuyen al efecto invernadero y al calentamiento global

2. Datos sesgados: Se afirma que los datos científicos utilizados para respaldar la idea del cambio climático están manipulados o sesgados para apoyar una narrativa específica.

Sin embargo, los datos utilizados para analizar el cambio climático provienen de diferentes fuentes, como estaciones meteorológicas, satélites, mediciones en océanos y glaciares, lo que garantiza una visión más completa y precisa.

En Colombia, el Ideam y varios sectores adelantan acciones de análisis de datos, atendiendo y apoyando en la generación de datos de necesidad nacional e internacional, y los sectores productivos haciendo avances en la agricultura de precisión para la toma de decisiones más acertada en sus periodos de siembra.

Además, la revisión por pares asegura la autenticidad de los datos, donde otros expertos revisan cuidadosamente los datos y los artículos antes de su publicación. La consistencia entre diferentes investigaciones fortalece la confianza en los resultados.

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De igual manera el acceso público a los datos permite una mayor transparencia y replicabilidad de los resultados y la colaboración global y el respaldo de organizaciones internacionales refuerzan la credibilidad de la información.

3. Ajustes y correcciones: Los detractores también cuestionan los ajustes y correcciones aplicados a los datos climáticos, alegando posibles sesgos intencionados. Sin embargo, estos ajustes son necesarios para eliminar errores instrumentales y garantizar registros climáticos precisos, otra teoría que se cae por la incoherencia de sus fundamentos.

4.La incertidumbre en modelos climáticos también es considerada una realidad por parte de los opositores, quienes destacan la presencia de incertidumbre en dichos modelos y en las proyecciones futuras.

Si bien es cierto que cualquier modelo científico tiene una incertidumbre inherente, los modelos climáticos han demostrado ser herramientas valiosas para comprender patrones y tendencias climáticas, a pesar de sus limitaciones.

Los informes internacionales, incluyendo las comunicaciones nacionales de cambio climático, abordan esta incertidumbre desde diversos enfoques, como la evaluación de fuentes de incertidumbre, que incluye la precisión de las mediciones realizadas, la disponibilidad de datos históricos, las proyecciones futuras, entre otros aspectos.

5. Intereses económicos y políticos: Algunos sostienen que la idea del cambio climático ha sido impulsada por intereses económicos y políticos con el fin de promover agendas específicas. Sin embargo, la gran mayoría de la comunidad científica respalda la idea de que el cambio climático es en gran medida atribuible a la actividad humana.

Debemos entender que a ninguno nos gusta sentir culpa, pero finalmente el cambio climático es causado por una alta demanda de recursos por parte de nosotros, los seres humanos.

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Además, muchos partidos políticos a nivel global y grupos empresariales están en desacuerdo con las políticas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, ya que podrían ser afectados económicamente.

Es por esto que siempre encontraremos detractores, principalmente en el sector económico, más que en el gremio científico, ya que, como detallamos en los puntos anteriores, sus posiciones frente al negacionismo del cambio climático se contradicen con los soportes científicos adelantados hasta el momento.