La muerte de Luis Andrés Colmenares, ocurrida hace 10 años en una confusa noche de Halloween que terminó en tragedia en la zona rosa de Bogotá, ha movilizado en la última década a todo un país en busca de una verdad que aún continúa esquiva.
Series de televisión, documentales y especiales periodísticos, con todo tipo de conjeturas, se han hecho en estos diez años, pero la verdad judicial, la que debería dejar tranquilos a su padre, Luis Alonso, a su madre, Oneida, y al resto de su familia, y satisfecha a toda la sociedad, aún no llega.
Lo que ha dejado el proceso hasta ahora, han sido tres sindicados, Laura Moreno, Jessy Quintero y Carlos Cárdenas, compañeros de universidad que terminaron presos, en medio de una novela que ha tenido en vilo al país, y que al final resultaron absueltas las mujeres en primera instancia y en dos instancias Cárdenas; dos autopsias con conclusiones totalmente opuestas; dos fallos absolutorios, pero que plantean hipótesis distintas sobre si se trató de un homicidio o de un accidente, y una apelación, en manos del Tribunal Superior de Bogotá, que debería poner punto final a la controversia, pero que ha tardado más de tres años en llegar.
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Fallo 1: Fue un accidente
El 22 de febrero de 2017, la Juez 11 de Conocimiento de Bogotá, Paula Astrid Jiménez Monroy, absolvió a Laura Moreno y a Jessy Quintero, por lo delitos de falso testimonio y homicidio en calidad de coautoría y encubrimiento.
En su fallo, la juez Jiménez aseguró que la muerte de Colmenares fue accidental, resultado de una caída, y en la misma no hubo participación de terceros, ni Laura Moreno, ni Jessy Quintero, ni ninguna otra persona. Después de permanecer más de un año detenidas, el fallo les permitió a la dos jóvenes continuar con sus vidas como personas inocentes.
“La muerte de Luis Andrés Colmenares es consistente con caída sobre la cara, y no a golpes propinados por terceros”, dijo en su momento la juez, pese a que la Fiscalía en medio del juicio que duró cuatro años, presentó interceptaciones telefónicas en las que las dos jóvenes, en una actitud que a la entidad le pareció sospechosa, hablaban sobre la versión que debían presentar sobre la muerte de su compañero de universidad.
La hipótesis que había expuesto la Fiscalía sobre la muerte de Luis Andrés se orientaba a que había sido producto de un homicidio pues se le hallaron “múltiples fracturas que hacían pensar que fue víctima de una golpiza. Lo cual generó un estado de inconsciencia que les facilitó a sus agresores, ocultarlo en el caño El Virrey en donde falleció”.
Durante el procedimiento de necropsia, la familia de Luis Andrés denunció que la delegada de Medicina Legal que conoció el caso en una primera oportunidad omitió señalar las múltiples lesiones que sufrió en la noche del 31 de octubre, sin contar que además se extravió la ropa que el joven universitario vestía ese día.
Aunque, la Fiscalía adelantó luego un segundo peritaje forense, que contradijo los hallazgos del primero, en su providencia de más de 250 páginas, la juez no le dio credibilidad a ese dictamen, pues aseguró que no contó con “ninguna clase de rigor en los métodos, no se procedió de manera científica, ni se atendieron recomendaciones de lugar, implementos o herramientas apropiadas para este tipo de examen, ni condiciones medioambientales adecuadas, ni de seguridad que garantizaran la no alteración de la evidencia ósea”.
Las fracturas que el segundo peritaje había encontrado en el cráneo de Luis Andrés, eran para la juez, fruto de la alteración de la evidencia.
Como conclusión, la Juez determinó que la muerte de Luis Andrés ocurrió por asfixia por sumersión en agua, en estado de inconsciencia, producido por un trauma severo craneoencefálico. Es decir, Luis Andrés cayó al caño El Virrey, se golpeó fuertemente en la cabeza y se ahogó.
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Fallo 2: Pudo ser un homicidio
Un fallo del Tribunal Superior de Bogotá, dictado en octubre de 2014, absolvió a Carlos Cárdenas, compañero de universidad de Luis Andrés Colmenares y pareja de Laura Moreno, pero advirtió que la muerte del joven universitario sí se pudo haber producido de manera violenta.
Si bien, el tribunal aseguró que no existían pruebas para comprobar la responsabilidad de Cárdenas, sí era evidente que Colmenares fue “agredido por terceros”.
Cárdenas resultó involucrado en el proceso por su relación amorosa con Moreno. La Fiscalía consideró que podía ser responsable de los delitos de homicidio y soborno, por testimonios que lo ubicaban en los alrededores del lugar donde falleció Luis Andrés.
El tribunal consideró que esta versión no era suficientemente contundente para probar la responsabilidad de Cárdenas, pero sí le dio credibilidad a las pruebas forenses que mostraban que “el traumatismo craneoencefálico que afectó a Luis Andrés Colmenares Escobar se produjo en razón del comportamiento violento desplegado por terceras personas”.
Para el tribunal, las pruebas conocidas en el despacho del magistrado José Joaquín Urbano, le permitieron “inferir que las lesiones fueron causadas por terceros, en varios momentos, con elementos y fuerzas diferentes y que fue luego abandonado en el lugar en el que falleció por asfixia en medio líquido”.
La versión de la caída, que la juez defendió en su fallo, al tribunal, en el suyo, no le pareció muy razonable: “Con todo, si fue una caída, la ausencia de otras lesiones o heridas conduce a una situación inexplicable: lo único que cayó al canal no fue el rostro de Luis Andrés sino todo su cuerpo motivo por el cual, así el impacto haya sido con el rostro, el resto de su organismo debió golpear con los lados o el fondo del canal y debían existir evidencias de ello”.
Seguir adelante a pesar de todo
Después de 10 años, la familia Colmenares se rehusa a no saber qué fue lo que pasó ese 31 de octubre, aunque no les molesta el tiempo que se ha tardado el Tribunal para decidir la apelación que presentó la familia frente a la absolución de Laura Moreno y Jessy Quintero.
Luis Alonso, el padre de Luis Andrés Colmenares, cree que es una buena señal pues significa que el magistrado se está tomando su tiempo para analizar bien el expediente. Como lo mostró durante todo el proceso, no está dispuesto a desistir en su denuncia contra las dos jóvenes. “Si a nosotros no nos dejaron soñar, nosotros no los vamos a dejar dormir”, dice.
Doña Oneida, la madre de Luis Andrés, está en un proceso de sanación, que incluyó la creación de una fundación con el nombre de su hijo, que busca ayudar a las madres que perdieron su ser querido y no tienen las garantías para afrontar el duelo y proceso jurídico.
“La fundación es para que no pasen por lo mismo que me sucedió a mí al comienzo del proceso de mi hijo", dijo.
El final de esta historia, aún no está escrito. Por ahora, el siguiente capítulo está en manos del magistrado José Jairo Agudelo, de la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá, quien deberá redactar la ponencia del fallo que resuelva la apelación de la Fiscalía y la familia Colmenares contra el fallo que absolvió a Laura Moreno y Jessy Quintero.