En un anuncio histórico para Colombia y un avance significativo en el proceso de paz, el Gobierno del presidente Gustavo Petro, junto con los líderes del Ejército de Liberación Nacional (Eln), acordaron un cese al fuego bilateral. El presidente, expresó su compromiso de buscar la reconciliación y la estabilidad en la nación.
Al respecto, el mandatario colombiano declaró que al firmar estos acuerdos, el Eln se está "colocando en unas circunstancias diferentes", aportando a la promesa de que "en mayo de 2025 cese totalmente la guerra en Colombia".
Pablo Beltrán, delegado por por parte del Eln, señaló que estos acuerdos están simentados bajo la premisa del cambio, y que esperan "que los acuerdos aquí firmados tengan de parte de la sociedad colombiana un respaldo".
Beltrán también manifestó la buena disposición de la guerrilla, "a pesar de que no coincidamos en todo" y dice que con el cambio de gobierno no debería haber "rebelión" en Colombia.
Por su parte, Otty Patiño, jefe de la delegación por el gobierno, confesó que "somos conscientes que no hemos firmado un acuerdo realmente "sustancial".
El anuncio llega después de tres largas conversaciones y esfuerzos continuos por parte del gobierno y el Eln para llegar a un acuerdo de paz duradero. Este cese al fuego bilateral representa un hito crucial en el camino hacia la denominada “paz total”, al poner fin a décadas de conflicto armado entre el gobierno y el Eln, uno de los últimos grupos guerrilleros activos en Colombia.
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Las implicaciones de este cese al fuego son significativas tanto a nivel nacional como internacional. A nivel nacional, se espera que la medida genere un clima de confianza y ponga en marcha un proceso de diálogo constructivo entre ambas partes. El cese al fuego permitirá reducir la violencia en las áreas afectadas por el conflicto, brindando una oportunidad para que las comunidades se reconstruyan y trabajen hacia una paz sostenible.
A nivel internacional, el anuncio envía una señal positiva a la comunidad global, demostrando el compromiso de Colombia con la resolución pacífica de conflictos y la consolidación de la paz. Este hito podría fortalecer las relaciones diplomáticas y atraer inversión extranjera al país, impulsando el desarrollo económico y la estabilidad a largo plazo.
Sin embargo, también existen desafíos y preocupaciones que se deben abordar en el camino hacia una “paz total”. La reincorporación de los excombatientes a la sociedad, el desmantelamiento de estructuras criminales y la garantía de justicia para las víctimas del conflicto son algunos de los temas pendientes que requerirán un esfuerzo conjunto por parte del gobierno, la sociedad civil y la comunidad internacional.
Ante esto, el presidente de Colombia reafirmó su compromiso de continuar trabajando en la búsqueda de una paz duradera y la construcción de una sociedad más justa, y declaró que con esta firma Colombia se está inscribiendo a la "vanguardia de los cambios que necesita la humanidad".
La Mesa de Diálogo continuará su cuarto ciclo en la ciudad de Caracas, en Venezuela, el próximo 14 de agosto del 2023.
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