Las deudas
Faustino Asprilla tiene deudas por más de $1.200 millones y su dificultad para solventar su iliquidez económica son las razones por las que, como persona natural, pidió acogerse a la Ley de Reorganización Empresarial o Ley de Insolvencia.
El ‘Tino’ tiene obligaciones vencidas a más de 90 días que ascienden a $1.286 millones y que equivale al 96,52% de todas de sus pasivos, que están tasados en $1.332 millones.
¿Qué le permite la norma?
La solicitud de reorganización, que la Superintendencia de Sociedades ya admitió, le permitirá a Asprilla iniciar acuerdos de pago con sus acreedores. El proceso estará a cargo de la abogada María Camila Ángel Díaz, quien deberá actuar como apoderada principal.
Aunque Asprilla tendrá que renegociar sus deudas, la solicitud habría sido aprobada porque los activos no superan los 5.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes y, además, el exfutbolista no acumula pasivos por retenciones obligatorias con el fisco o descuentos a trabajadores y aportes al sistema de seguridad social.
De acuerdo con Legal Top, plataforma de servicios de abogados, la Ley de Reorganización Empresarial permite a empresarios una opción legal en caso de caer en una posible quiebra y así “salvar su negocio”, a través de la renegociación de deudas, evitar demandas por embargos, congelación de créditos, de impuestos e incluso arrendamientos vencidos.
Según la Ley 1116 de 2006 que establece este régimen de Insolvencia Empresarial, si el negocio se encuentra con las siguientes condiciones puede optar a este proceso legal:
- Estar en mora con dos o más acreedores por más de 90 días.
- Incapacidad de pago inminente.
- Deudas con acreedores que superen el 10% de la totalidad de sus pasivos.
- Procesos judiciales de cobro.
- Escaso flujo de efectivo por cuentas por pagar pendientes.
- Periodos de gracia incumplidos.
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Con información de El País