Este 31 de enero se conoció el informe sobre hambruna de la oficina de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en él señalaban que 7.3 millones de colombianos necesitarán asistencia alimentaria en 2022, conclusión que fue rechazada por el Gobierno.

El informe de la discordia constaba de 46 páginas y señalaba 20 puntos críticos de hambre. Lanzaba una alerta en la que la seguridad alimentaria podría agravarse entre febrero y mayo de este 2022.

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“Este informe tenía otras intencionalidades. Era para llamar la atención sobre la inseguridad alimentaria aguda de algunas poblaciones en el territorio, principalmente el tema de los migrantes venezolanos. Sin embargo, el mapa que se presentó no ayudó en mucho con ese objetivo”, reconoció luego de las críticas Alan Bojanic, director de la FAO para Colombia.

En el informe de la FAO, con sede en Roma, comparaban la situación de hambruna en Colombia con la de Etiopía, Sudán del Sur, Nigeria y Yemen.

Ante esta información la vicepresidenta y canciller, Marta Lucía Ramírez, dijo que el informe la tomó por sorpresa: “En primer lugar porque lo que se acostumbra internacionalmente es que estos informes que trabajan las agencias, que tienen sede en el país, siempre se discuten previamente con el Gobierno”.

Al respecto, Bojanic reconoció que el informe hace “parecer que Colombia está en igual situación que otros países que obviamente están en una situación de inseguridad crónica, previendo lo que se podría venir los próximos tres meses hasta mayo para dar atención a estos grupos”.

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