El expediente penal está abierto y el presidente Gustavo Petro notificado. Solo faltan por calificar los delitos y que se ejecute la citación a declarar. Así las cosas, Nicolás Petro –el hijo mayor del Jefe de Estado– ya tiene a cuestas una investigación en la Fiscalía por el manejo presuntamente irregular de más de 1.000 millones de pesos en efectivo de dudosa procedencia, la construcción de una red clientelista en el seno de la administración de su padre y hasta por intentar interferir en un negocio clave del Estado relacionado con la venezolana Monómeros. Hay de todo.
La piedra angular de este escándalo que le estalló a la familia presidencial en la semana más tormentosa de estos seis meses que van de la administración del primer gobierno de izquierda, está en una explosiva entrevista con Semana en la que Day Vásquez, exesposa de Nicolás, reveló que su expareja recibió en efectivo $600 millones del exconvicto traficante Samuel Santander Lopesierra Gutiérrez, alias Hombre Marlboro, y otros $400 millones del polémico contratista Alfonso del Cristo Hilsaca Eljaude, apodado El Turco.
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La plata iba para la campaña presidencial del Petro, el papá, y se habría recibido antes de la primera vuelta, en el primer semestre del 2022. Pero, según Vásquez, el dinero nunca se le inyectó a la contienda política y, por el contrario, fue usado por el primogénito del Jefe de Estado para enriquecerse y hacer lujosas adquisiciones, muchas comparables a las extravagancias que en su momento se les vieron a los viejos narcotraficantes.
Para probar lo que dijo, Day Vásquez les entregó a Semana y a la Fiscalía más de 1.600 mensajes de WhatsApp que ella y Nicolás se cruzaron entre 2021 y 2023 –fueron pareja por 6 años–, en los cuales queda en evidencia cómo la plata se movía a través de terceros y en carros particulares para evadir los controles financieros y a la misma Policía. De hecho, quedó constancia de que varios millones, por instrucción del también diputado del Atlántico por el Pacto Histórico, fueron llevados desde Bogotá hacia Barranquilla.
“Un primo va mañana para Barranquilla; le podría decir a él que lleve 50 más. ¿O no?”, le escribió Day a Nicolás el 15 de julio de 2022. El hijo de Petro preguntó: “¿Y es de confianza?”. A lo que su ahora expareja la respondió de forma directa: “Claro, Julio César, el cantante; el de tu cumpleaños”.
La conversación, registrada a las 3:39 de la tarde de aquél viernes, continúa con una explicación de Nicolás de cómo y con quiénes podrían moverse hacia la Costa $200 millones: “50 Camilo, 50 Raisa, 50 Germán, 50 Melissa. ¿No?”. Y Day complementa: “Mi primo me dice que él ha pasado hasta 100”.
De entrada, este episodio deja la duda de cómo un diputado, cuyo sueldo no supera los 17 millones de pesos, puede tener tanto dinero en efectivo, lo cual deja abierta la puerta para que uno de los delitos que le puedan imputar sea enriquecimiento ilícito. Él niega todo, claro está.
Y no es lo único. En otro de los chats revelados este sábado se habla de la urgencia del hijo del Presidente por mover dinero justo dos días antes de la segunda vuelta presidencia, el 17 de junio del año pasado. Si bien no queda claro el destino y propósito del efectivo, los mensajes sí muestran el afán de Nicolás por acceder a parte de la plata que guardaba en una lujosa casa en Villa Campestre, Barranquilla, y que es la que habría comprado con parte de la plata que le sacó a Marlboro y al Turco Hilsaca.
—Tenemos que hacerlo —escribió Nicolás.
—Dile a Germán, o a tu primo —le respondió Day.
—No tiene en dónde. Mete eso en la maleta —insistió el hijo de Petro.
—Mételo tú, eso pesa. Yo no puedo —volvió a negarse la mujer.
—En una maleta, y dile a tu papá que traiga el carro urgentemente —agregó el primogénito.
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Lo cierto es que la entonces pareja sabía de los riesgos de mover dinero en efectivo, que hasta ahora ni ella ni él han explicado bien de dónde sacaron, en plena época electoral. “Paran ese carro y tronco de mierdero”, advirtió Day.
Entre estas conversaciones, que la misma exesposa de Nicolás le entregó a la vicefiscal Martha Mancera en una reunión en Barranquilla en la tarde del viernes, también hay registro de cómo se estaban perdiendo algunos de los fajos que guardaban en la casa. Por ejemplo, el 9 de febrero de 2022 se cruzan mensajes sobre cómo se les estaban desapareciendo por lo menos $1,5 millones y de la necesidad poner cámaras de seguridad que vigilaran el efectivo.
Pese a los cuidados, y de la compra de una caja fuerte, para la primera semana de julio —un mes antes de la posesión de Petro, a la que Nicolás y Day asistieron en traje de gala y todo el tiempo se mostraron cariñosos ante las cámaras— se repitió el diálogo de la pérdida de “150 en cada fajo”. Días después de este episodio, el diputado le dijo a su expareja que su función era cuidar esa plata.
La trama burocrática
Estos diálogos, además, dejan en evidencia los nombres de personas como Camilo Burgos, primo de Nicolás, y de Germán Londoño, quien como contó este diario es la mano derecha del diputado y tiene vínculos directos con el alcalde de Medellín, Daniel Quintero.
Además, varios de los mensajes se dan en momentos en que el hijo de Petro buscaba la Gobernación de Atlántico aupado por el Pacto, contienda en la que no reportó algunos ingresos a su campaña y terminó multado con más de $170 millones en el Consejo Nacional Electoral (CNE). Ahora bien, a juzgar por los chats, tuvo y tiene con qué responder fácilmente por esas sumas.
Pero las revelaciones de Day Vásquez, que también derivaron en un expediente disciplinario en la Procuraduría, mostraron el acceso privilegiado que tuvo Nicolás Petro al gabinete de su papá. En efecto, en varios de las conversaciones de WhatsApp se lee que el ministro del Interior, Alfonso Prada, le habría facilitado “10 cupos” para tener burocracia dentro del autodenominado Gobierno del cambio.
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En efecto, en una conversación de noviembre pasado el mismo Nicolás le cuenta a Day de lo que logró en una visita a Bogotá.
“¿Tienes a algún abogado que quieras ayudar? Eso sí, se tendría que venir para acá. Prada me dio unos cupos. Me dio 10 cupos. Tres los voy a dar para Ciénaga, uno para ayudar a mi mamá, uno para ti y 5 para el tema político de Barranquilla”, dijo el primogénito del Jefe de Estado.
Luego, unas líneas más adelante, dijo que los puestos a los que tendría acceso están entre el mismo Ministerio del Interior y la Defensoría del Pueblo, pero que las hojas de vida se deben remitir de inmediato para garantizar las contrataciones. Incluso, se habla de tener acceso a cargos en la Superintendencia de Notariado y Registro.
Este relato coincide con la entrega de la regional del Sena al grupo político de Nicolás Petro, que, de paso, se la cedió al clan de los Musa Besaile. Se sabe que uno de los hijos del condenado por corrupción y parapolítica, quien apareció en unas polémicas fotos junto al heredero mayor del Presidente, puso a una de sus fichas en esta entidad y luego fue traslado.
De todo esto el propio director del Sena, el exministro de Justicia y militante de Alianza Verde, Jorge Londoño, estaba enterado según lo reconoció él mismo esta semana. Además, Nicolás Petro habla de citas con otros ministros y jefes de dependencias, como el Departamento de Prosperidad Social, para presuntamente garantizar presencia burocrática.
“También tengo que concretar lo de la Cámara de Comercio y lo del Sena. Y unos proyectos (...) Amor, ya voy en camino al DPS”, se lee en parte de los chats. Day, luego de recibir estos mensajes, le dijo que se cuidara para evitar ruidos con su papá, aunque en ningún momento se opuso a lo de fondo y que puede derivar en una investigación por cohecho tanto para ella como para su exmarido: la repartija de cargos.
“Deja de reunirte con ministros y demás. Párale a eso, le van a mandar una carta a tu papá. (...) Mira que te lo estoy diciendo hoy, después no digas que no te advertí”, quedó consignado en un mensaje de finales de septiembre escrito por Day.
A todo esto se le debe sumar que en medio de las conversaciones apareció un capítulo que también deja muchas dudas. En varios de los diálogos se mencionó el tema de Monómeros, la firma venezolana que el Gobierno de Petro ha querido comprarle a Nicolás Maduro.
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Según las conversaciones, Nicolás Petro quería intervenir en ese negocio para hacer inversiones que le permitieran mantener su lujoso tren de vida y que, de paso, le dejara millonarias ganancias.
Y aunque aún no es claro de qué forma pensaba hacerlo, o si esa era la ruta con la que quería blanquear todo el efectivo que guardaba en su casa de Barranquilla, lo cierto es que la Fiscalía comenzará una pesquisa a fondo para saber si este episodio en particular puede derivar en un expediente por posible lavado de activos.
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