La Procuraduría decidió llamar a juicio disciplinario a los exdirectivos de la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo (UNGRD) por los sobrecostos en la compra de los 40 carrotanques para llevar agua a La Guajira que, por demás, terminaron parqueados.

Los vinculados en esa acción son Olmedo López, quien fungía como director de la UNGRD, Sneyder Pinilla, exsubdirector de Manejo de Desastres y Víctor Andrés Meza Galván, exsubdirector general.

“Esta ha sido una investigación rápida porque consideramos que este es un caso de connotación nacional”, señaló la procuradora Margarita Cabello durante la audiencia de rendición de cuentas de su entidad.

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La formulación del pliego de cargos es el proceso que antecede al juicio disciplinario. En este punto, la Procuraduría enumera las posibles infracciones disciplinarias que habría cometido los funcionarios para que estos puedan defenderse.

El contrato para la compra de 40 carrotanques fue por 46.800 millones de pesos y desde la UNGRD se autorizó un pago superior por los vehículos al estipulado en el mercado. La investigación de la Procuraduría señaló que los sobrecostos serían superiores a los 16.000 millones de pesos.

“En el caso de Sneyder Pinilla, por su rol como supervisor del contrato, la Procuraduría formuló un segundo cargo por haber recibido a satisfacción los 40 carrotanques que se compraron, y aparentemente pasar por alto que no fueron entregados en las condiciones legales pactadas, por lo que no se cumplió a cabalidad el contrato”, señaló la Procuraduría.

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Los carrotanques, además de caros, quedaron parqueados en una guarnición militar en La Guajira porque el contratista no los entregó con los equipos necesarios para la distribución de agua en ese departamento.

El Ministerio Público indicó que, con la actuación de los funcionarios, pudieron afectar los principios de moralidad, eficacia y economía al no dar un manejo transparente a los recursos de la UNGRD.

La Procuraduría calificó las posibles conductas de Olmedo López y Sneyder Pinilla como faltas gravísimas cometidas a título de dolo. Mientras que la falla de Víctor Meza fue catalogada como falta gravísima a título de culpa gravísima.

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