Colombia vive por estos días un importante repunte en los casos de Covid-19, lo que ha llevado al Gobierno Nacional a tomar algunas medidas para contener lo que podría ser una nueva ola de contagios en el país, que aumentaría de forma considerable teniendo en cuenta la época del año por la que se atraviesa.
Además de la llegada de diciembre, donde las aglomeraciones y reuniones familiares se ponen a la orden del día, también es importante tener en cuenta la segunda temporada de lluvias en Colombia, que aumenta la probabilidad de enfermedades respiratorias como influenza, virus sincitial y el adenovirus, que se presenta sobre todo en niños.
Los 3.252 casos nuevos que se registraron en el último informe revelado por el Ministerio de Salud, para el periodo entre el 25 de noviembre y el primero de diciembre, prenden nuevamente las alarmas, ya que representa un crecimiento cercano al 40 % de los contagios, teniendo en cuenta de un incremento de más de 1.000 casos frente al periodo del 18 al 24 de noviembre.
Las cifras son todavía más dicientes si se tiene en cuenta que en el periodo entre el 11 y 17 de noviembre, casi un mes atrás, el país reportaba a penas 1.298 contagios, que representan un aumento de cerca de 2.000 casos con respecto al último informe presentado por las autoridades de salud del país.
El Instituto Nacional de Salud (INS), ya había advertido sobre la probabilidad de este nuevo pico, luego de que se conociera la aparición de una nueva variante de la enfermedad, a finales de octubre. Se trata de la BQ.1 y BQ.1.1, conocidas como ‘Perro del Infierno’, que han demostrado tener mayor resistencia a las vacunas y que representan el 36,4 % de los casos totales.
“Hacia la primera semana de diciembre se espera que tengamos el mayor incremento de casos. Si bien este nuevo pico respiratorio, en el que tendremos circulando la nueva variante BQ.1, junto a los demás virus estacionales de tipo respiratorio, representa mayores probabilidades de contagiarse, los riesgos de enfermar gravemente, de hospitalización y muerte son menores”.
Así lo manifestó el director del INS, Giovanny García, quien también hizo un llamado para que se mantengan y refuercen hábitos como el lavado de manos, la ventilación de espacios y el uso del tapabocas cuando se está en espacios cerrados y de mucha aglomeración, como en el transporte público, por ejemplo.
En la misma línea se pronunció este viernes el Ministerio de Salud, a través de la titular de la cartera Carolina Corcho, quien señaló que el uso del tapabocas sigue siendo obligatorio en tres escenarios: transporte público, servicios médicos y hogares geriátricos, y no descartó que se vuelve al uso obligatorio de este elemento de seguridad, aunque solo es una propuesta.
“Esta es una propuesta que se está contemplando, de darse, será para personas mayores de 2 años en espacios abiertos y cerrados donde haya aglomeraciones, además de los tres lugares donde a la fecha se utilizan obligatoriamente”, señaló la jefe de la cartera, quien explicó que la propuesta surgió en Consejo Técnico convocado por el Ministerio.
Algunos epidemiólogos no consideran necesario el uso obligatorio del tapabocas, pero sí creen que es justificable tomar estas medidas por parte del Ministerio de Salud, en representación del Gobierno Nacional, ya que es la máxima autoridad responsable de monitorear y tomar medidas frente a los temas de salud pública.
Carlos Guerrero, médico y coordinador del laboratorio de virología molecular de la Universidad Nacional, señaló que desde su perspectiva como conocedor del tema no ve necesario el uso obligatorio del tapabocas, “no me opongo a que lo hagan, porque eso ni va a quitar ni va a poner”, ya que es algo necesario que tienen que hacer las autoridades en salud.
Para Guerrero, esta medida es más un parte de tranquilidad para la sociedad ante los incrementos registrados en las últimas semanas, pues los síntomas que actualmente están dando son muy suaves y no representan ningún riesgo, debido a que el comportamiento del virus entre más tiempo pase es más infeccioso y menos letal. “Los virus respiratorios se caracterizan por que una persona estornuda y deja un virus flotante y alguien pasa y aspira el virus y ya se contaminó, este proceso lo tiene que vivir el Covid, es decir, que entre más pasa el tiempo, más fácilmente se adapta a la población colombiana, menos partículas se requieren para infectar y más fácilmente infecta, pero va perdiendo su agresividad”.
Para Lina Triana, expresidenta de la Asociación Científica de Colombia, más allá de imponer el tapabocas de nuevo, esto se debe convertir en un tema cultural, como ocurre en otros países.
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