Con la aprobación final que dio la plenaria del Senado, a la ley que establece la prohibición para el porte y consumo de sustancias sicoactivas en espacios públicos, queda claro que en lo que hace referencia a parques, espacios deportivos, y zonas aledañas a establecimientos educativos, el porte y consumo de este tipo de compuestos no puede ocurrir y las autoridades deben garantizar el cumplimento de lo dispuesto en la ley, que además obedece también a un llamado hecho por la propia Corte Constitucional.
Es la oportunidad para recuperar los espacios públicos y hacerlos amables a la población. No es solo el hecho de poderlos despejar de elementos indeseables y perturbadores, sino el poder garantizar el buen estado de esos lugares, para que puedan estar en capacidad de ofrecer un verdadero escenario de esparcimiento y sana distracción.
Pero en todo ello, el papel de los alcaldes y de la Policía es fundamental: los primeros deben establecer una política pública muy clara sobre cómo debe ser el mantenimiento y asistencia de los lugares públicos; y los segundos, disponer de toda su capacidad para hacer cumplir las disposiciones que se adopten.
En este papel es necesario destacar dos actividades. La primera una labor pedagógica y cultural sobre el uso de los espacios y el comportamiento dentro de los mismos, y la segunda, la clara voluntad para hacer cumplir con rigor esas normas, pues donde la autoridad falla, el desorden y la anarquía se imponen.
Fuera de eso de nada sirve recuperar un espacio, con inversiones cuantiosas y esfuerzos apreciables, si éstos van a quedar abandonados de inmediato, lo que significa que lo hecho quedará muy pronto perdido.
Cabe destacar que estas nuevas normas, también facultan a los alcaldes para diseñar procesos especiales en otras zonas no contempladas, pero que requieran de intervención; lo mismo hace con los conjuntos residenciales o áreas comunitarias, para que dispongan de regímenes especiales en el uso de las zonas comunes, o abiertas al público.
El país está precisamente en campaña para elegir nuevos alcaldes y concejales, y creo que sería el momento para exigir compromisos en esta materia, todos ellos a tono con lo dispuesto en esta ley que se acaba de aprobar, por iniciativa del senador Rodrigo Lara. Si no se pone orden y buen comportamiento en los espacios públicos, seguiremos asistiendo al escenario de las ciudades caóticas.