Cuando a una persona natural o jurídica se jacta y grita de tener cualidades y valores de los que carece, se dice que es un bravucón, un fanfarrón, un balandrón.
Tal cual, fue el grito de la semana que pasó, del gerente de Aguas K´pital: “Si se da una nueva licitación para un operador privado lo pensaremos y si cumplimos los requisitos estaremos participando.”
No sabe uno que pensar. Eso, sucedió el pasado viernes 6 de septiembre en el conversatorio de sordos, relativo a los servicios públicos de Acueducto y Alcantarillado de Cúcuta y el contrato de operación y mantenimiento 030 de 2006. O esa lotería que se ganó Aguas Kpital, con el contrato absolutamente nulo (¿o inexistente?) desde su inicio y que hoy opera de facto TRANSCIVIC S A S, una sociedad simplificada por acciones.
Sí, nulo porque el contrato de operación y mantenimiento fue firmado el tres de mayo de 2006 seis meses después de vencidas las autorizaciones dadas al alcalde de Cúcuta mediante el acuerdo 0009 de 2005 que solo iban hasta el último día del mes de diciembre de 2005.
Además, nula la Escritura Pública No. 1252 del 21 de abril de 2006de la Notaría 3a. del círculo de Cúcuta firmada por una persona que desempeñaba dos cargos públicos simultáneamente, lo cual prohíbe la ley: 1. Agente Interventor de la Superintendencia de Servicios Públicos y 2. Gerente posesionado de la Sociedad por acciones EIS CUCUTA SA ESP de capital 100% público. Como se ve se pasaron por la faja la Ley 80 de 1993 de inhabilidades e incompatibilidades.
Hoy Aguas K’pital es un figurín de trampear pretextando con ese 1% que se reservó cuando cedió sus acciones a TRANSCIVIC; la creación de una Fundación de carácter privado llamada V&C Vergel y compromiso.
El DAFP nos ilustra que así se embolsilla la Fundación privada V&C cuatrocientos millones de pesos mensuales o cinco mil millones de pesos anuales.
Lo paradójico es que ningún control vigila, ni el fiscal, ni la agencia burocrática de Control Interno, ni la fiscalía general, ni la Defensoría del pueblo, ni el Control Constitucional del 305 superior, pretextando que efectivamente es una “Pila Pública, pero... Privada”. ¿Pueden Creer?
Esa es una nulidad notoria, pero hay muchas más, que trasladadas como falsedades al Convenio de Desempeño, también lo nulitan. Ya las veremos. Que buen negocio, o… como dijo la Ocañerita: ¡“Mejor ni en Paipa, que torean marranos” ¡
Adenda: La radio y la Tv pública y privada, todos los santos días ratifican la apología de los fanfarrones y bravucones. Violencia y resultados. Pobres chinos de esta generación de “Cristal”.
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