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Carta de Einstein a Freud sobre la guerra
Este es un documento insuperable en la ciencia política. 
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Domingo, 10 de Diciembre de 2017

En los años 1.930 el mundo estaba enrarecido no solo por la gran depresión económica que había estallado en los Estados Unidos, sino porque ya en Europa comenzaba a inquietar el ascenso del nacionalsocialismo de Hitler. Corrían vientos de desesperanza y de guerra en el mundo. 

En ese momento la comunidad de naciones contacta a uno de los grandes intelectuales del planeta para tratar de encontrar alguna respuesta posible, reúne a Albert Einstein y le formula un interrogante: ¿Cómo alejar a la humanidad de la guerra?, además le propuso al científico que escogiere la persona que él consideraba idónea para sostener ese diálogo. 

Einstein escogió a Freud, los dos de origen judío, y quienes años más tarde tuvieron que esconderse para no caer prisioneros en campos de concentración. Seguramente en la historia de la humanidad este ha sido el encuentro epistolar más importante de dos intelectuales sobre cómo evitar la guerra que comenzara en el año 1.932.

Este es un documento insuperable en la ciencia política. Freud hace disquisiciones sobre los instintos más importantes que dominan al ser humano, y llega a concluir porqué en el hombre el tanatos, ósea el instinto de la muerte prevalece y se impone sobre el amor. 

Su conclusión es desalentadora en cuanto por esa misma condición del ser humano, decía, la guerra siempre estará presente en la sociedad. 

Einstein, en una posición que sorprendió al mismo Freud porque tenía rasgos de ingenua, concluía que las naciones debían establecer organizaciones multilaterales que impidieran la guerra. 

Un documento histórico que en estos momentos en que Trump decide reconocer a Jerusalén como capital de Israel, incendiando el medio oriente, cobra vigencia e importancia por cuanto es probable, que ese mundo en paz y sin guerras, finalmente es de ciencia ficción como las obras de Julio Verne.

La nueva intifida, nombre con el que se le conoce a los enfrentamientos entre el mundo musulmán, cristiano y judíos, desde el anuncio de Trump ya ha dejado algunos muertos y más de 300 heridos. 

La facción más terrorista de los musulmanes ya anunciaron represalias. Algunos analistas políticos ya hablan de que la decisión del presidente de los Estados Unidos en el fondo lo que busca, es equilibrar poder frente a Putin en el medio oriente. 

Si se trataba de un asunto de equilibrio de poderes, no podía tratarse de escoger el camino más incendiario como el que acaba de tomar Trump. Es una alternativa en que en el centro se encuentran en conflicto históricamente tres religiones, una de cuyas poblaciones había sido expulsada desde antes del nacimiento de Jesucristo. 

Peor regalo de navidad para el mundo no se le pudo ocurrir al presidente Trump con su decisión. En definitiva lo que dijo en 1.932 Freud, analizando la guerra desde un punto de vista psicoanalítico, desde la perspectiva de lo más profundo del ser humano, tiene plena vigencia: en el ser humano se impone el instinto de la muerte sobre el amor.

Probablemente mientras mantenía ese encuentro epistolar con Freud, Einstein quien creía en el poder de organizaciones intergubernamentales y finalmente en la razón del ser humano para superar la guerra, estando en una ciudad alemana hacia 1.933, sale a comprar el pan para el desayuno desobedeciendo el consejo de su mujer que le insistía que lo mejor era tomar la decisión de no salir, y de que se fueran de Alemania por los riesgos que ellos podrían correr por su origen judío. El científico se negaba expresándole a su mujer que esos riesgos eran mínimos porque lo reconocían en ese país como científico e investigador. Ya en la calle de compras, justo alguien lo reconoció y le escupió en la cara. Probablemente ahí Einstein entendió que Freud tenía razón.

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