Aunque ustedes no lo crean, los ganaderos de gran parte de Norte de Santander nunca hemos ‘bebido de las mieles’ de la tan cacareada certificación de ‘Libres de Fiebre aftosa con vacunación’ que el presidente Santos anunció en días pasados y como en tantos otros aspectos de frontera, nos mantienen en un status aislacionista que denominan sarcásticamente ‘Zona de Protección’. Es más, tenemos en estos momentos más de 12.000 animales gordos listos para sacrificio sin mercado en la región y sin posibilidades de ser procesados en las plantas metropolitanas y menos en los frigoríficos vecinos de Santander.
Quien entiende, que después de haber vacunado el 100% de nuestro inventario bovino, certificarnos en Buenas Prácticas Ganaderas, atender sumisamente todas las recomendaciones del ICA y tener una planta de sacrificio como Friogan San Cayetano que reúne todas las especificaciones – inclusive para exportar -, estemos hoy quienes nos dedicamos a la cría, levante y ceba de bovinos en el departamento ´con el agua al cuello´?.
Varias alternativas le presentamos en su despacho al señor ministro de Agricultura y que hoy queremos socializar con ustedes. Todas apuntan a la sentida compensación que como región de frontera debe tener nuestra ganadería frente a la responsabilidad de mantener `a raya´ la fiebre Aftosa.
La primera tiene que ver con reforzar el compromiso de ganaderos, ICA y Policía Fiscal Aduanera en cuanto a la tolerancia del ingreso ilegal de ganado en pie y carne en canal, cuyos ´records´ deberían hacernos sentir – incluidos los ´incautos` consumidores – apenados, por decir lo menos. Nadie puede ´obrar de buena fe `cuando compra carne por debajo de los 12.000 pesos el kilo.
Le recordamos al ministro que a pesar de que la gasolina no transmite, como el ganado la Fiebre Aftosa, el gobierno se gasta hasta 10 millones de dólares al mes en proporcionarnos combustibles subsidiados. Pensemos – le compartimos al señor ministro – hacer algo parecido con la carne - con una mínima inversión - de tal manera que el productor, es decir aquel que le apuesta a la formalidad, a hacer las cosas al derecho, que vacuna, que tiene su predio registrado y que hoy está prácticamente en la quiebra, pueda recibir a manera de compensación parte de su capital perdido. La medida no es novedosa, lo están haciendo con los colegas arroceros. Solo se requiere que Bogotá dimensione lo que aquí está ocurriendo.
Inclusive le planteamos una, que con mínimo riesgo y de manera inmediata se constituiría en esa ´válvula de alivio` que tanto estamos necesitando los ganaderos de bien. Reactivemos con destino nacional el sacrificio en la planta frigorífica de Friogan San Cayetano. Cuenta la planta con una moderna sala de desposte y cuartos fríos suficientes para sacrificio, maduración y desposte de canales. Será mucho pedir, que desde el estado se prioricen algunas compras institucionales que le permita al ganado criollo hacer parte de las millonarias compras del Programa de Alimentación Escolar PAE?.
Tal vez en lo que no fuimos suficientemente enfáticos frente al ministro, es en lo `mamados` que estamos los ganaderos de acudir a las `vías de derecho`, sin encontrar soluciones a nuestras justas pretensiones. Las `de hecho` son más riesgosas, pero el hambre apura¡¡¡¡¡¡.