Amables Lectores: Grandes son los retos que enfrentamos los colombianos en este año bisiesto.
El primero de ellos, salir bien librados del impacto que el fenómeno de El Niño produce en los bolsillos del pueblo colombiano con las alzas en las tarifas del agua, luz y los artículos básicos de la canasta familiar, frutas, verduras, tubérculos y cárnicos que ya escasean.
A esto sumémosle la cascada de gastos que se presentan al inicio del año, alza en transporte, gastos en implementos escolares como útiles y uniformes y el gasto desproporcionado del impuesto predial en una ciudad con grave crisis económica, su tarifa y porcentaje aplicado es superior a ciudades con mejor situación de ingresos para el residente como Bucaramanga, Armenia, Ibagué y muchas otras.
Otro gigantesco reto que enfrentaremos después del primer trimestre si se firma el pacto por la paz será el aumento del gasto que generará el ejecutivo para otorgar al menos un salario mínimo a cada desmovilizado de la guerrilla lo cual irremediablemente nos conducirá a otro gran impacto que será la Reforma Tributaria tan temida para el pueblo y tan anhelada por el Ministro de Hacienda, para robustecer las arcas del estado.
¿Será la clase media capaz de resistir tanto vapuleo? Considero más conveniente que la DIAN evite la elusión y la evasión fiscal y así se obtendrán mayores ingresos.
La Rama Judicial enfrenta grandes retos. Las cortes decidirán sobre matrimonio igualitario, solución al caso Pretelt y la permanencia o no en el cargo del procurador Ordoñez. Muy difícilmente se restaurará la deteriorada imagen que tenemos los colombianos de estas cortes y del Consejo Superior de la Judicatura.
El Ministerio de Medio Ambiente está obligado a enfrentar el reto que le impone la minería ilegal que daña los ecosistemas y nos lleva a exclamar “Colombia mafia salvaje” que destruye los ríos y la vida misma, superemos este “maldito karma mafioso”.
En salud no tenemos un reto sino un “Largo Rato” de soportar los abusos de un corrupto sistema que parece gozar de impunidad para apropiarse de los sagrados recursos destinados a preservar la vida y la salud del pueblo colombiano, donde abundan los Palacinos, con palaciegas viviendas y negocios derivados de la lucrativa intermediación, con voz y voto en el Congreso desde donde legislan a su favor sus socios.
El Ministro de Salud parece miope y sordo ante vergonzosas situaciones como las de Saludcoop y Caprecom. La salud cojea, la justicia es ciega y Palacino: “Bien, muchas gracias viviendo en Miami”. ¿Qué hacen los servicios de salud regionales para combatir chikunguña y Zika?
El reto de Gina Parody, no solo es hacer que Colombia se convierta en el país más educado de Latinoamérica sino en motivarlos a leer y editar una cartilla para enseñarlos a vivir en armonía, respetando los derechos del otro.
Los cucuteños hace algunas décadas nos quedamos estancados por falta de voluntad, compromiso y valga decirlo deshonestidad de los gobernantes que solo han hecho grandes cosas en beneficio personal.
Sí anhelamos, que Cúcuta deje de ser la segunda ciudad con más desempleo y la primera con más empleo informal. Tampoco queremos ser la segunda ciudad con más alta contaminación ni la sexta con más corrupción administrativa.
Anhelamos que surja un alcalde que sea un verdadero gerente, que gestione y jalone recursos para las obras prioritarias que requiere la ciudad, que monitoreé la inversión, que sea creativo e innovador y visionario, que recupere a la ciudad de la postración y sueñe con pasar a la historia como el único alcalde honesto de Cúcuta en las últimas dos décadas.