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Desconfianza
Es muy grave en estos momentos una tensión política de esos niveles entre Colombia y Venezuela.
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Sábado, 30 de Mayo de 2020

Aquella expresión muy colombiana que dice : “Que toda situación por horrible que sea es susceptible de empeorar”, pareciera que quisiéramos aplicarla a pie de letra por estos días. 

Como si no fuera suficiente con que el país ha perdido 1.6 millones de empleos, que Cúcuta es la tercera ciudad con más desempleo y se disparó a una alarmante y explosiva cifra del 23.9%, que son ciertas las palabras del presidente de Fenalco en cuanto a que en Colombia habrán más muertes de hambre que de coronavirus, como si con eso ya no tuviéramos, resulta que al gobierno no se le ocurre en estos momentos sino autorizar que llegue una brigada del ejército de los Estados Unidos al Catatumbo. Nada más inoportuno y grave.

Con los riesgos que vive el mundo y América Latina con la pandemia, y puntualmente Colombia en donde entramos a una fase crítica en la que ciudades como Bogotá van a jugar una ruleta rusa, en la que se calcula que llegamos al pico del virus en momentos en que los contagios se disparan, las camas de los hospitales se llenan y como ya lo anunció Claudia López, si la capital se descuida, en algunos días podría volverse a cerrar totalmente, y en ese escenario catastrófico Duque permite el tránsito de tropas extranjeras al Catatumbo, y con ello provoca a un presidente locuaz e impredecible en sus respuestas, pues peor imposible.

Sin duda creo que por primera vez en sus varios enfrentamientos con Colombia, Maduro tendría razón en creer que más que enviar tropas para ayuda y asesoría técnica en la lucha contra el narcotráfico en el vecino país, es más un envío de tropas con un propósito dirigido a Venezuela. 

Es muy grave en estos momentos una tensión política de esos niveles entre Colombia y Venezuela. 

Hasta podríamos imaginar por estos días al presidente de Venezuela contactándose con sus homólogos de Irán y hasta Putin analizando, mirando los alcances y las posibles respuestas a lo que podrían catalogar como una amenaza grave de inminente agresión. 

Y saber que el Catatumbo está en medio de ese polvorín. Es cierta la expresión de que cada situación por horrible que sea, es susceptible de empeorar.

Muchos tenemos derecho a desconfiar que realmente se trate de un apoyo a una presunta ayuda técnica y asesoría para combatir el narcotráfico. Si es cierto, ¿porqué no las enviaron por lo menos algunas de ellas a la zona del pacífico en dónde el tráfico es igual o más grave? ¿Porqué sólo justo al Catatumbo?, y más en momentos en que justo por estos días varios ex presidentes latinoamericanos coinciden en que 50 años de lucha de estos países contra el narcotráfico han sido perdidos. 

El congresista Jairo Cristo con razón señalaba a este medio que por lo menos ese envío de tropas, muestra al menos una desconfianza hacia las fuerzas militares de Colombia en esa lucha.

Ni para imaginar cual puede ser la respuesta de Maduro por estos días. Acaso podríamos imaginar por estos días en los que Cúcuta y la región atraviesan una grave crisis como ya la conocemos, y Venezuela movilizando tropas hacia la frontera muy cerca en donde están estacionadas las tropas norteamericanas? Es una respuesta esta movilización a la llegada de barcos iraníes que traían petróleo a Venezuela? Muy probable, pero la grave es el gobierno colombiano se preste para ese juego peligroso. 

Y cómo reaccionaría la gente del Catatumbo, los campesinos, las asociaciones que los agremian y hasta los mismos grupos insurgentes. Ni imaginarlo. Definitivamente la historia de Colombia está construida sobre la desconfianza. 

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