Si bien se anunció por la ministra de Trabajo la presentación para el próximo año de la reforma pensional, cabe resaltar, que la situación para quien se jubila conlleva un desmejoramiento enorme de su calidad de vida, pues desde ese momento, pierde como es elemental prestaciones sociales, por cuanto ya no labora y pasa a ser persona inactiva desde este punto de vista.
Por lo tanto el no tener Cesantías es una pérdida importante, además que pierde la mesada 14, es decir, solo pasa a devengar la prima de Navidad. Tampoco cuenta con bonificaciones ni prima de servicios, ni prima vacacional, que devengaba cuando era trabajador activo.
En fin, se reduce sustancialmente el salario a percibir como compensación por haber laborado más de 20 años, pero ya no cancela la tercera parte por concepto de salud, sino que asume el pago de las dos terceras partes que correspondían al patrono, lo que se traduce en una reducción superior al 30% de la mesada pensional.
Y para rematar, el incremento en la mesada es el correspondiente al IPC, esto es, para este año se fijó en el 3.18%, lo que se traduce para quien percibe por pensión un salario mínimo, en un aumento irrisorio de apenas unos 38.000 pesos, mientras los precios de transporte y demás rublos se incrementan en el 6% o más a algunas empresas.
Significa lo anterior, que esa alza es representativa de pérdida de la capacidad adquisitiva del jubilado, que ve como día a día pierde capacidad económica, cuando en esa edad si bien se han reducido sustancialmente los gastos, no compensa ese aumento, con la realidad social, por el envejecimiento que apareja una serie de achaques y enfermedades que surgen con el incremento de la edad.
De allí, que exista expectativa en relación al proyecto de reducir el porcentaje de salud de manera gradual, lo que favorecería altamente los intereses de quienes brindaron su aporte laboral por largo periodo de tiempo, entrando a descansar fruto de la jubilación.
Ese es punto esencial de la mesa de concertación, que operaría gradualmente, con los de menores ingresos por pensión, aspecto que hace justicia a la afectación seria de los derechos del jubilado.
De igual manera, es de vital importancia, el análisis meticuloso de la ampliación de sus mesadas, correspondientes al IPC, para que ese incremento no esté atado a la inflación, sino que se haga justicia reconociendo al menos el monto del incremento del salario mínimo, para recuperar el poder adquisitivo de quienes hoy cumplen una función más social en sus familias.
Otro punto de justicia, sería la revocatoria del Acto Legislativo Número 01 de 2005 que eliminó la mesada 14, que correspondía a la prima de Navidad.
Simultáneamente será motivo de discusión los cambios en materia pensional, como aumento de la edad, punto que ha sido objeto de detenido análisis por parte del Estado.