Recientemente, se conoció por este medio la estadística relacionada con el aumento de trámites de matrícula inicial de vehículos en la Secretaría de Tránsito de Cúcuta, lo cual representa mayores ingresos por impuestos.
El responsable de la movilidad en la ciudad, informó que la dependencia logró invertir la cifra de dicho trámite en comparación con el Departamento Administrativo de Tránsito de Los Patios y lo atribuye a un reto propuesto que hoy es realidad.
Por otra parte, los representantes de los concesionarios de diferentes marcas, mostraron su inconformismo, puesto que según ellos “son graves para el sector”, indicó el gerente de Automarcol y complementariamente, el gerente de Audi- Centro agregó: “El ejercicio no nos sirve porque la gente cree que estamos vendiendo mucho, cuando no es la realidad del negocio”.
El asunto tiene diferentes formas de interpretarlo, sin embargo presentaré algunas. Es entendible que el funcionario José Luis Duarte Contreras, defienda por todos los medios lo que hace muy pocos años era una tortura: la matrícula inicial de un vehículo.
Es un secreto a voces, la pésima fama que tenía Cúcuta en uno de los temas más frágiles en la imagen de una entidad o institución. Los mismos residentes, prestantes profesionales y dirigentes políticos de la región, preferían las placas de Bucaramanga o Floridablanca, hermosos municipios vecinos, los cuales mantienen buena imagen en cuanto a trámites se refiere.
Además, la lentitud y obsolescencia de equipos del pasado, sumado a la mínima presencia de concesionarios, obligaban a sus representantes a matricular en los citados municipios santandereanos.
Hoy, gozamos de una excelente oferta de vehículos y además, trámites rápidos y costo de impuestos un poco más bajos que en otros organismos de tránsito, situación que es aprovechada por expertos en esas diligencias, así no sean vistos con buenos ojos, por los concesionarios ubicados en la ciudad.
Considero que el reclamo de las empresas que venden los vehículos no es muy entendible para el común denominador de ciudadanos, toda vez que según sus declaraciones, los únicos que no aprecian las ventajas son ellos.
Presumo que las metas que les exigen sus jefes en materia de ventas se distraen con los anuncios que publica Fenalco y la Andi en los cuales, indican la marca de vehículo con mayor número de matrículas alcanzado en un período.
Por otra parte, no entiendo en qué se puede perjudicar al sector, puesto que, si las ventas fueran altas y las matrículas bajas, se hubiesen quedado callados porque a la final, su interés es vender, así se matricule en Riohacha.
Los empresarios de este y demás sectores productivos, son merecedores de felicitación por la oferta laboral que mantienen en el tiempo, pero para el municipio lo atractivo es lograr matricular el automotor por primera vez en Cúcuta y seducir por diferentes medios, a los concesionarios de otros municipios para que lo hagan, motivo por el cual no encuentro ajustado el inconformismo de los concesionarios.