Nuestra ciudad se ha caracterizado por la presencia de árboles en la mayor parte de sus vías, aún cuando hace tres décadas los árboles de mango, mamoncillo, almendrón y otros, eran el atractivo de muchos menores que con balón de futbol en mano o subidos en sus ramas, arrancaban esas frutas sin que las mismas pudieran alcanzar su estado de madurez.
Con el paso de los años, llegó una especie llamada nim o neem, originario de la India, el cual se hizo popular principalmente por su rápido crecimiento; hoy, su expansión se sale de las manos de todas las autoridades, por cuanto sus raíces son robustas y priman sobre cualquier tipo de estructura vial o de mobiliario urbano.
Por otra parte, dicha especie es una de las preferidas por algunos constructores, toda vez que dentro de sus responsabilidades urbanísticas, establecen la siembra de árboles y con el paso del tiempo, rotura de jardineras, andenes y vías.
Mucho se habla sobre la especie en mención, toda vez que a la misma le atribuyen algunos beneficios, pero también le endosan características de repelente en algunas especies de fauna.
Lo cierto es que a la fecha no se cuenta con el inventario de silvicultura urbana y mucho menos, se ha medido su impacto en el perímetro urbano de los municipios que han sido indiferentes frente al incremento masivo de dichos árboles.
Infortunadamente, su presencia sustituyó a los frutales y por eso vemos en la mayor parte de separadores viales, deterioro prematuro de los mismos y deformación de la carpeta asfáltica, originados por sus raíces, las cuales se evidencian cuando los daños son más pronunciados.
El lunes de la semana que pasó, sobre la avenida que del punto de referencia Pinar del Río conduce a la redoma García Herreros, un árbol de la especie nim, ubicado sobre el separador cuyo ancho no supera los 50 centímetros, cayó al lado de la vía ocasionando daños a un vehículo que pasaba en ese instante.
Por fortuna, solo fueron daños materiales y reducido flujo vehicular, dado que era festivo, porque si hubiese sido otro día de la semana, el problema sería gigante, habida cuenta que el sector se encuentra un prestigioso plantel educativo el cual ofrece dos jornadas académicas.
Considero que con urgencia, el Concejo Municipal o la administración, debe definir mediante Acuerdo, las especies de árboles que pueden ser plantadas en nuestra ciudad, advirtiendo que todos los problemas que se deriven de los daños producidos a personas y cosas, como resultado de su desprendimiento del sistema radicular (raíces), pueden ser la prueba en las demandas en contra del municipio, cuyos costos estarían en cada uno de sus habitantes.
Recomiendo que se realice una inspección ocular a todos los árboles de especie Nim, plantados en los separadores, en especial en el sector antes mencionado y se tramite su tala, puesto que a mi modo de ver, la amenaza está activa.