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¿El senador Petro: solo una fachada?
Creer que los conservadores, por tener una ideología diametralmente distinta a la del presidente, salvarán la patria, es una ingenuidad e ilusión.
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Martes, 27 de Febrero de 2024

En los últimos años, el Partido Conservador ha estado inmerso en varios escándalos de corrupción. El partido ha abandonado sus premisas y principios filosóficos con los que nació, convirtiéndose en un adalid clientelista y mercader de votos, puestos y contratos, adaptable al mejor postor o ganador.

Esta desviación ha llevado incluso a que la dirigencia, congresistas y líderes locales respalden candidaturas opuestas a la ideología del partido y tomen decisiones parlamentarias que contradicen los principios fundamentales del movimiento conservador. También ha generado situaciones impensables como la declaración inicial como partido de gobierno de uno de izquierda. Esto muestra una falta de distinción y cohesión ideológica, distorsionando su dirección y propósito. Esta lamentable realidad pone de manifiesto que los intereses personales prevalecen sobre el bienestar del país, la fidelidad a los valores conservadores y la lealtad de los electores.

Lo preocupante es que el trapo azul sigue cautivando corazones y la compra de votos permite que esta organización continúe ganando apoyo sin enfrentar consecuencias por parte de los electores.

Aunque en esta legislatura se declararon independientes, más por retórica que por realidad, fue un hecho político necesario para poder salir a buscar los votos de los azules en las elecciones regionales. La verdad es que, bajo la mesa, la mayoría no ha dejado de negociar y recibir mermelada. Esto quedó evidenciado esta semana con el nombramiento de la ministra de Deporte, Luz Cristina López, como cuota de un sector del conservatismo.

Aunque la dirección del partido no haya aceptado la renuncia de Efraín Cepeda, quien se opuso a esta transacción, la realidad es que los conservadores persistirán en el disfrute de la mermelada. Aquellos que creen que Petro ha perdido el control en el Congreso están equivocados. El presidente continuará buscando respaldo en el Congreso comprando votos. Creer que los conservadores, por tener una ideología diametralmente distinta a la del presidente, salvarán la patria, es una ingenuidad e ilusión.

En medio de la retórica gubernamental sobre la paz total, es inaudito y descarado cómo están comprando abiertamente los votos del sector conservador, liderado por el representante Ape Cuello, quien está bajo investigación por presuntamente recibir coimas en proyectos del OCAD Paz. La contradicción es evidente: ¿cómo se puede buscar la paz al negociar con alguien investigado por desviar recursos destinados a ese propósito?

¿Qué opinaría el otrora senador Petro sobre la minuciosa repartición de puestos y contratos del gobierno con el Partido Conservador? ¿Será que aquel senador era simplemente una fachada, ya que ni la defensa de los derechos humanos ni la lucha contra la corrupción pegaron en este gobierno?

Lo cierto es que, para el petrismo, lo malo no era la mermelada, sino que no estaban a cargo de su distribución.

¿Qué habría dicho el senador Petro si en los gobiernos anteriores el presidente, con una investigación en curso, se hubiera reunido con el presidente de la comisión de acusación de la Cámara en medio de su investigación y al día siguiente le hubiera nombrado ministra?

Sin duda, habría solicitado la renuncia del presidente y del visitante enmermelado. Pero, claro, el cambio se redujo a una simple promesa.

Adenda: El nombramiento de Eduardo Tous en la Contraloría, aliado y socio del Ñoño Elías e investigado por el desfalco de Fonade, pasó desapercibido entre los escándalos del gobierno. Su designación es alarmante no solo por su historial, sino porque el jefe de la Unidad de Información de la DIARI debe tener un enfoque técnico, idealmente como científico de datos, requisitos que Tous no cumple. Este cargo es esencial para conectar la información de entidades públicas con la Contraloría y sin un perfil técnico, la detección de irregularidades mediante analítica avanzada podría estar en riesgo. La falta de este enfoque técnico podría indicar manipulación de información sensible en la vigilancia y control. ¿Qué favores políticos podría estar pagando el contralor para realizar este nombramiento y poner al ratón a cuidar del queso?


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