El jolgorio popular se ha tomado las principales calles de la ciudad con ocasión de la Feria que culminará hoy. Las actividades han sido variadas y han logrado complacer el gusto de muchos, se han realizado: conciertos, desfiles, feria artesanal, reinado, encuentro de colonias; en fin, muchos son los que han encontrado motivos para la diversión y el esparcimiento en una programación preparada por la alcaldía y la oficina de cultura. Y si se trata de divertir al pueblo, lo han logrado.
El cierre de las vías, sin embargo, siempre es un asunto que causa disgusto porque no toda la ciudad está de feria, en un día laborable hay que seguir adelantando las tareas propias de cada uno y se requiere desplazamiento que es obstaculizado por el cierre de las vías aledañas a donde se realizan los actos feriales, esto en cierta medida no ha sido planificado de manera suficiente y se producen los inconvenientes que hemos vistos en calles y avenidas.
Le falta a la feria y ojala sea tomado en cuenta para los años venideros, el hecho que sea descentralizada, que haya eventos en sitios populares, en los barrios periféricos, de donde procede el público que necesita desplazarse al Malecón, el sitio de mayor concentración. Los barrios Atalaya, La Libertad, Belén, Guaimaral, San Rafael, o una sede por cada comuna, bien podrían agrupar los vecinos y albergar verbenas populares y funciones de todo tipo, tales como teatro callejero, exposiciones, desfiles y torneos deportivos.
A pesar de las circunstancias actuales, Cúcuta sigue siendo una ciudad comercial y esta actividad económica se mantiene ajena al evento ferial, no lo asimila como suyo, tal como ocurre en otras ciudades, donde la feria tiene mayor recorrido, Cali y Manizales por ejemplo. Allí en los días de feria, todo gira alrededor de la fiesta anual y el comercio se compromete con sus ventas y promociones, tal como sucede también en San Cristóbal, a donde ojala algún día podamos volver para disfrutar de la Feria de San Sebastián.
De otro lado hay que reseñar positivamente la reunión que hubo esta semana y en la que participaron el mayor accionista del Cúcuta Deportivo, los concejales de la ciudad y el gobernador, con la clara intención de que el equipo vuelva a su sede natural a la cancha del General Santander. Se dieron los primeros pasos, hubo una especie de reconciliación y todo parece indicar que una vez acordados los compromisos entre las partes, con la participación de la alcaldía; el equipo motilón regresará su ciudad natal para deleite de los aficionados. Ese será otro motivo de alegría y una actividad más para la diversión de los cucuteños.