La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Columnistas
Frente a la vergüenza, la educación
No puede ser que un escándalo tape a otro en un Gobierno que no ha podido concretar metas claras.
Authored by
Sábado, 10 de Junio de 2023

Colombia va mal, sus líderes están en decadencia y no hay ejemplo a seguir; la moral y la ética son cliché que solo se respiran en teorías que muchas veces no se aplican. Lo público es inmoral y peor aún, ligado al mundo oscuro de la delincuencia y el narcotráfico.

Para poder planear el futuro debemos tener referentes claros, metas posibles, capacidades instaladas que como nación podamos construir y avanzar en la solución de las distintas problemáticas que aquejan al país.

No puede ser que un escándalo tape a otro en un Gobierno que no ha podido concretar metas claras, que sus discursos colocan en evidencia resentimientos trasnochados que no están acorde a las necesidades actuales.

Es inadmisible que se hable con tanta incapacidad de coherencia, un lenguaje con tufillo de bajo mundo, lleno de indecencia y vulgaridad. No es normal que las adicciones como el alcoholismo y la drogadicción, entre otras, sean de poca monta, sobre todo en quienes lideran procesos en los que a diario se juega la vida de cincuenta millones de ciudadanos. Esto es un llamado a la responsabilidad pública, política, civil y personal.  La respuesta no pueden ser sentimientos de persecución y mucho menos afrentas a la prensa libre y al sano ejercicio de la oposición constructiva.

Para tener futuro la Misión Internacional de Sabios del 2019 proponía que el país debía tener unas miradas que podrían ayudarnos a superar este bochornoso evento: tecnologías convergentes (nano, cognotecnología); industrias 4.0; industrias culturales y creativas; energía sostenible; biotecnología, medio ambiente y bioeconomía; océanos y recursos hidrobiológicos; ciencias sociales y desarrollo humano con equidad; ciencias de la vida y de la salud; y ciencias básicas y del espacio.

A cada uno de estos focos referenciales,las universidades, colegios y centros de estudio, en todos sus niveles,deberíamos apostarle para que nuestro tiempo no estuviera dedicado a la destrucción del adversario sino a la planeación estratégica de los retos y desafíos que tenemos para los siglos venideros.

Es allí donde cada uno de nosotros debe colocar sus fuerzas y capacidades para de una vez por todas avanzar. La vergüenza que hoy sentimos como colombianos debe ser sanada con propósitos loables que nos lleven a la recuperación del bien y de la moral colectiva.

Bien lo afirmaba el premio nobel de literatura colombiano, Gabriel García Márquez, en su discurso del 93,“Por un país al alcance de los niños”, el cual decía: “Dos dones naturales nos han ayudado a sortear ese sino funesto, a suplir los vacíos de nuestracondición cultural y social, y a buscar a tientas nuestra identidad. Uno es el don de lacreatividad, expresión superior de la inteligencia humana. El otro es una abrasadoradeterminación de ascenso personal. Ambos, ayudados por una astucia casi sobrenatural, y tanútil para el bien como para el mal, fueron un recurso providencial de los indígenas contra losespañoles desde el día mismo del desembarco - Por lo mismo, nuestra educación conformista y represiva parece concebida para que los niñosse adapten por la fuerza a un país que no fue pensado para ellos, en lugar de poner el país alalcance de ellos para que lo transformen y engrandezcan. - Pues somos dos países a la vez: uno en el papel y otro en la realidad”.

Cada colombiano hoy tiene la responsabilidad democrática de aportar ideas de transformación y que la palabra “cambio” no quede sujeta a antivalores, sino que sea motivo de unidad nacional por un país con mejor educación y mejor futuro.

Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en:  https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion . 

Temas del Día