Hoy es el día de mayor recogimiento y alegría en la familia en varios países del mundo. Han pasado historias y hechos justo en el día de navidad que vale recordar. Por ejemplo, la primera casa en la que se alumbró un árbol de navidad fue en la de un norteamericano, la de Edward Johnson en 1882, quien curiosamente era amigo de Thomas Alba Edison, inventor de la bombilla y la luz eléctrica, pero no fue en la casa del inventor sino en la de su amigo en donde la Navidad comenzó a alumbrarse en muchos hogares del mundo. Otra, en una navidad la nave de Cristóbal Colón encalla frente a las costas de Haití y fue su descubrimiento. En la siguiente navidad Colón establece el primer asentamiento europeo en República Dominicana.
Para mí la historia más hermosa que ha sucedido en una Navidad, fue la tregua que durante la primera guerra mundial se hizo en el año de 1914. Llegó la Navidad y las tropas alemanas no dispararon desde sus trincheras y al final de la noche empezaron a cantar “Stille Nacht” – noches de paz-. Al otro lado, las tropas inglesas y francesas hicieron lo mismo y empezaron a gritar de trinchera a trinchera, feliz Navidad.
Hay crónicas que aseguran haberse dado entre las tropas regalos de whisky y cigarrillos, no sin antes en esa tregua de navidad, haber tomado cada uno de los contendientes a sus compañeros muertos, llorarlos y enterrarlos. Lo mejor de esa paz navideña de un día, los contrincantes jugaron un partido de fútbol que lo ganaron los alemanes 3 a 2. Pasó la navidad y siguió la guerra.
En la Navidad de 1867 en Méjico se posesiona el presidente Benito Juárez, y en ese mismo acto ordena la ejecución del anterior gobernante, el emperador Maximiliano. En la navidad de 1917, Guatemala conocería una de sus peores tragedias naturales, cuando la gente en sus casas celebraba la noche, y cerca de las 10 de la noche ocurrió un sismo que dejó cerca de 300 muertos. En la navidad de 1977 en Suiza moriría Charles Chaplin.
Son historias y episodios que han sucedido en este día de regocijo, como me ha sucedido a mí en esta navidad en la que un amigo me regaló el libro “Canción dulce”, relato de la joven escritora marroquí Leila Slimani, que obtuvo el premio Goncourt el año pasado. Sin duda un muy buen regalo de navidad. Felicidades a todos.