Colombia dio, por fin, el primer paso hacia el siglo 22 (XXII): con la creación del Ministerio de la Ciencia, Tecnología e Innovación, que reemplazará a Colciencias, que desafortunadamente no ha cumplido la tarea que el país necesita, como es el impulso a los descubrimientos en un campo que Colombia requiere para su progreso.
El Ministerio de la Ciencia, que será el 17 en el gabinete, tendrá un plazo de un año para iniciar labores en un área que hoy en día es de las más importantes en los países desarrollados, como son Estados Unidos y China.
El Ministerio de la Ciencia reemplaza a un organismo que ha sufrido el mismo problema del resto del gobierno, como ha sido caer en manos de los políticos, que lo han utilizado para cuidar a su clientela y no para el desarrollo de los nuevos avances del mundo.
Una de las promesas de los creadores del Ministerio es que no generará más burocracia ni se convertirá en un fortín para la politiquería.
La nueva entidad podrá acompañar a los entes territoriales en la ejecución de las regalías, que ascienden a cerca de 4 billones. Será un “ente rector de la política de ciencia tecnología e innovación, que genere capacidades, promueva el conocimiento científico y tecnológico, contribuya al desarrollo y crecimiento del país y se anticipe a los retos tecnológicos futuros”.
El director de Colciencias, Diego Hernández, señaló que el nuevo Ministerio servirá para contribuir a crear una sociedad basada en el conocimiento. Del mismo modo, consideró que podrá generar en el futuro políticas científicas que lleven al país al desarrollo económico.
El nuevo Ministerio fue bien recibido por el sector científico, que manifestó que podrá llevar a Colombia a una nueva posición en el ámbito internacional. Colombia se suma ahora a otros muchos países que han colocado la ciencia en lugar privilegiado, pues el mundo entero esta alcanzando niveles nunca antes vistos, en distintos campos, como la carrera espacial, la energía atómica y el aprovechamiento de los recursos naturales.
P.D. Muchos bogotanos consideramos que el alcalde Enrique Peñaloza una vez más le tomará el pelo a la construcción del metro. Primero se inventó que era muy costoso, después hizo un trazado muy pequeño, luego dilató la gestión de los préstamos, desde hace un tiempo para acá no ha vuelto a hablar del tema. Esta dejando pasar el tiempo para no hacer la obra. Vamos a ver los bogotanos el metro, pero en fotos.