Se puede decir que es alarmante la situación de la salud en Cúcuta y el departamento al igual que en Colombia.
Según artículo publicado en El Tiempo, el 22% de los hospitales públicos están al borde de la quiebra, según informe de Minhacienda.
Los paros escalonados del personal médico para llamar la atención del país son infructuosos, mientras no nos afecte no nos preocupamos.
Juan Gossain respetado periodista nos habla de esa crisis agobiante, citando las deudas de 11 meses de sueldo a los médicos del Hospital de San Juan del Cesar, critica los gastos de más de 80 mil millones de los interventores de Saludcoop que correspondían a gastos para los usuarios.
Igualmente crisis hospitalaria en Pereira, el San Juan de Dios de Cali, así como muchos otros de la Nación, la deuda a los hospitales es superior a los $ 8.5 billones.
Y la deuda no es solo de las EPS, es del propio gobierno, de los Municipios, Aseguradoras, Departamentos. Se volvió negocio no pagar.
Acá en Cúcuta, se le adeuda al hospital universitario erasmo meoz, más de 263.000 millones de pesos y encima tiene la pesada carga de atender obligatoriamente a los venezolanos, pero, ese servicio es lento en el pago: tiene un embargo predial que afecta su funcionamiento, además que la Asamblea Departamental se apropió de los dineros que da el gobierno para logística e investigación a los Hospitales Universitarios como el nuestro y con el ingreso de la estampilla cambiaron su destinación de manera dolosa, que debería ser objeto de investigación penal, mediante ordenanza departamental que le quita capital de trabajo y ahonda su difícil situación financiera.
Lo peor, es que Superintendencia de Salud no toma cartas en el asunto o de soslayo e indiferencia supervisa ligeramente este verdadero caos.
El Presidente es sabedor de esa difícil situación y así lo expuso en su plan de gobierno, de forma tal, que muchas son las expectativas sobre este asunto. Para ahondar la crisis, se cerró la Clínica de Medimás por el pésimo servicio, falta de insumos etc, llevando casi un mes cerrada, lo que obliga a prestar ese servicio por las pocas clínicas de la ciudad, cuando faltan tantas camas para atender adecuadamente a los pacientes.
Recordemos que se cerró la Clínica Metropolitana de Comfanorte; la Clínica de Unipamplona, está en grave crisis financiera como la Santa Ana a quien se le adeudan más de 75.000 millones de pesos; La Clínica Norte, viviendo situación similar, la Clínica Los Andes y debemos preguntarnos cuál es la posición del Gobierno al respecto?
Si se llegaran a cerrar esas dos clínicas se imaginan la difícil situación de los enfermos, con solo la Medical Duarte y el hospital Erasmo Meoz así como la Clínica San José para atender todos los pacientes de la ciudad y los remitidos de otras ciudades, con el agravante que a los de Coomeva les cierran las puertas para su atención.
Criticamos acerbamente la situación de Venezuela, pero no estamos muy distantes de ellos, con medicinas sumamente costosas, que obligan a los pacientes a acudir al mecanismo de tutela, que ha venido perdiendo efectividad por las burlas y quites que le hacen las EPS a los fallos, llegando a obligar a los familiares de los usuarios a acudir al desacato por el incumplimiento del fallo de estirpe constitucional. .
Hace años se quebró Cajanal, el ISS y seguimos en las mismas, arrastrando la indiferencia en detrimento de los usuarios de menores recursos. Palacino acabó con Saludcoop y nada pasó.
Que va pasar con esta crisis en salud. Que debemos hacer, Dejar esa pasividad, señores congresistas a ustedes les corresponde asumir la vocería de las personas que los ungieron para esos cargos y defenderlas.
De igual manera, los sindicatos que llevan la vocería de los trabajadores guardan silencio total.
Es hora que se exija al gobierno acciones, a los congresistas, a la Procuraduría y a la Contraloría, así como al Ministro de Salud y la Superintendencia de Salud.