La reforma a la salud propuesta por el gobierno de Gustavo Petro sufrió un traspiés en el anterior período del Congreso de la República y no prosperó esa iniciativa, lo cual no significa que el presidente y quienes lo respaldan hayan cesado en su intento de lograr el cambio en la estructura del actual sistema por otro ideologizado teniendo como objetivo de primera línea la eliminación de las EPS.
Ya se puso nuevamente a consideración del legislativo el proyecto de ley que modificaría el actual sistema regido por la Ley 100 de 1993. Las discusiones más candentes surgieron de manera anticipada gracias a la carta que redactaron los presidentes de tres EPS y que cobijan a unos trece millones de usuarios. En la misma anunciaron que los giros hechos hasta ahora son insuficientes para cubrir los gastos generados por la atención a los usuarios y pronto habrá una crisis que perjudicará a los usuarios. De inmediato se produjo la réplica y el mismo ministro de Salud Guillermo Jaramillo salió a explicar desde su perspectiva la esencia del problema.
Para él, la fórmula es que las actuales EPS sigan un proceso de liquidación y se fortalezca a la Nueva EPS, en la cual tiene participación el gobierno, para lograr al final que la salud sea manejada por el Estado y quitarles la intermediación de capitales a las actuales promotoras de salud. De acuerdo con su criterio “La Nueva EPS debe ser la EPS que sostenga y que acompañe a las demás EPS en este proceso, es casi como una rectora ahí en ese sentido y de pronto pueda asumir mayores cargas, que las que puedan asumir las otras nueve EPS, siendo como el muro de contención en un momento dado”. Lo que en otras palabras significa regresar a la salud pública que teníamos antes de la Ley 100. Y agregó “Aquí se ha juzgado mal al Seguro Social. Yo defiendo al Seguro social” Esas son palabras suyas cuando recién fue nombrado ministro.
La salud manejada por el Estado funciona bien de acuerdo también con el pensamiento del ministro de salud. Por la misma época que mencionó al ISS dijo “Yo viví y trabajé siete años y medio en un régimen eminentemente público en Suecia y funciona perfectamente bien; el sistema en Canadá es absolutamente público y funciona bien”. Pero claro se olvida que ese instituto tuvo que ser liquidado por la enorme politización y el despilfarro de dineros, además de la baja cobertura. No somos ni Canadá, ni Suecia. Tampoco somos Dinamarca y para nuestro infortunio aquí no funcionan, así las cosas, ni en Colombia, ni en Cundinamarca.
Al mencionarse la inminencia de crisis financiera en tres importantes EPS, reapareció Carolina Corcho, la ex ministra de salud, quien habló de su tema favorito, quitarle el manejo de dineros a esas empresas y por esa vía acabarlas. Ella suena de manera insistente para ser la nueva presidente de la Nueva-EPS. Todo coincide de manera armónica.
A propósito de salud ¿Si estará bien de salud el presidente Petro como dicen sus escuderos? Porque muchas veces cuando se ausenta y no llega a cumplir los compromisos pactados se dice por comunicados o través de sus voceros que estaba indispuesto. Pero claro, son malpensados los que piensan que el presidente pudiera tener alteraciones en su salud física y mental. Un chequeo médico no le caería mal.