Hoy escogemos mediante el voto a las autoridades locales y regionales en unas elecciones que se realizan bajo la dirección tanto de la Registraduría Nacional del Estado Civil como del Consejo Nacional Electoral, las máximas autoridades en este campo, las cuales preconizan que velaran por la pureza del voto y son garantes de la democracia.
No obstante, estas mismas autoridades saben que hay zonas del país donde las elecciones se efectúan bajo condiciones difíciles, porque han sido marcadas como de alto riesgo por la presencia de fuerzas insurrectas que ejercen presiones sobre el electorado, o porque se han presentado situaciones amenazantes para algunos candidatos. Al menos 166 municipios han sido identificados en condición de riesgo de fraude y de violencia, así que, la pureza del voto parece que no está plenamente garantizada.
Otro factor que afecta el proceso son los mismos candidatos que no han informado sobre los gastos de sus campañas, teniendo la obligación de hacerlo y no sobrepasarse en gastos. Según la Misión de Observación Electoral, MOE, el proceso de rendición de cuentas es muy bajo, solo el 4,7% de las candidaturas para la fecha 24 de octubre había declarado la información en Cuentas Claras. Esto hace suponer que algunos superarán los topes que se han establecido anticipadamente.
En otros casos los candidatos se prestan para figurar a sabiendas que otro gobernará en cuerpo ajeno para mantener su hegemonía en algunas zonas del país y de esa manera mantener su poder político, los casos para infortunio del elector abundan y están respaldados por finanzas fuertes que mantienen a esos candidatos.
También se ha pretendido en algunas zonas que guardias indígenas, campesinas o cimarronas sean quienes hagan el control y la garantía de seguridad. A este respecto la procuradora Margarita Cabello ha sido enfática en rechazar dicha posibilidad recalcando en un comunicado que la fuerza pública es constitucionalmente la encargada de la seguridad en nuestro país.
Un ingrediente más es la compra de votos que está penalizado en la ley electoral, pero que sin embargo con el paso de los años es una práctica que ha perdurado. En este caso la MOE también dispone de un canal para que se hagan las denuncias y el gobierno nacional ahora ha dispuesto de recompensas para quien entregue información y ha establecido una tabla de precios para las denuncias que van desde los mochileros hasta los testigos y jurados de mesa de votación.
Un factor adicional que atenta contra la democracia expresada en los votos es la abstención, la cual históricamente se ubica alrededor del 40% aunque ha tenido señales de disminución en las últimas elecciones con relación a las precedentes. La baja participación ciudadana sigue siendo un problema con múltiples causas que no se han podido superar.
A pesar de todas estas circunstancias y otras que pueden afectar las elecciones es bueno hacer énfasis en la necesidad de ejercer ese derecho ciudadano, votar y tomar partido en las decisiones importantes para nuestra ciudad para mejorar y el departamento que necesita recuperar el norte. La invitación por tanto es salir a votar temprano y que elijamos a los mejores sin indebidas presiones sabiendo que hay candidatos buenos y honestos.
jorgepabonl@yahoo.com