Es un importante paso en la lucha contra el narcotráfico, porque la abundancia de las matas de coca, es la materia prima para la producción del alcaloide, el clorhidrato de cocaína, la adictiva sustancia, de tanto consumo en los Estados Unidos de América, y en algunos países de Europa, si no todos, o en cuales no?
Para este tratamiento, es indispensable que el gobierno nacional, programe con sus múltiples especialistas agropecuarios, que los tiene en abundancia, un real y científico estudio de sustitución de los cultivos aplicable con éxito, en los diversos climas y regiones de acuerdo a sus reales facilidades de siembra y recolección.
Los más fáciles de entablar, de pronta producción por tratarse de productos transitorios, son los de pan coger, como maíz, yuca, plátano, tomate, pimentón, alverjas, fríjoles, lentejas, algunos de los cuales, aún se importan de los Estados Unidos, Canadá, Perú y otros países.
Las doscientas hectáreas, sembradas de coca, en climas aptos para los anteriores productos, qué buena producción de alimentos, tendríamos para nuestra alimentación y para sustituir algunas importaciones, que con el dinero invertido en ellos, es como decía el doctor Laureano Gómez, arrojado a las alcantarillas.
Y una plantación de frutales, de tantas variedades, como lo permiten la gama de climas, como los que la naturaleza nos ofrece, para hacer maravillas porla gran diversidad, que los fenómenos de la naturaleza, nos regala, a lo largo y ancho del territorio nacional.
Qué gran placer visual, sería poder ver, las llanuras de Tumaco, por ejemplo, convertidas en prósperos cultivos de maíz de pronto y efectivo rendimiento, o de cualquier otro producto, como caña panelera, o plátano, u otro producto alimenticio, en vez de la dañina y venenosa coca para la salud, pero altamente rentable para los desconsiderados e insaciables narcotraficantes.
Muchas regiones del territorio nacional, están a la espera de los programas de inversión del gobierno central, para iniciar la sustitución de los cultivos de coca, que no deben dar más tardanza, pues el compromiso de las autoridades del país, con las internacionales, no admiten, más dilación.
Una vasta campaña a escala nacional, a lo largo y ancho del territorio colombiano por la erradicación de los centenares de hectáreas, sembradas con la hoja productora del nefasto, adictivo y venenoso alcaloide, de amplio consumo en los mercados de los países super desarrollados, aliviaría un tanto la presión contra nuestra nación, catalogada con razón, como el primer productor de cocaína en el mundo.
En nuestro olvidado Catatumbo, en casi todos sus municipios, son centenares de hectáreas, sembradas con la proscrita planta, que tiempos anteriores eran cultivadas con productos de la canasta familiar, que permitían, el autoabastecimiento de sus gentes, que hoy padecen su escasez.
Esperamos, que el gobierno acelere los programas de erradicación de la coca, e impulse la sustitución de los cultivos.