Tomo una cita de la página elcastellano.org sobre algunas frases populares: “Existe un antiguo dicho castellano que, con algunas variantes, reza por lo menos desde el siglo XV:
Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar.
En alguna de las variantes modernas, el verbo “pelar” - que significaba más bien afeitar - es sustituido por “arder”, “cortar” o “rasurar”, pero la idea del refrán es que debemos aprender de los males que sufren los demás para no caer en los mismos errores y sufrir idénticas consecuencias.
Este refrán cobra vigencia cuando echamos un vistazo a cuanto está ocurriendo en Venezuela. ¿Hasta a dónde ha llegado el vecino?
Primero fue convencido por el verbo de un líder que surgió gracias a la cabida que le dieron los partidos políticos hasta entonces hegemónicos y sus errores en la conducción del país.
Segundo, está siendo gobernado por un presidente aupado por una élite que se beneficia de sus decisiones y tienen al borde del colapso a un pueblo otrora poderoso.
Esas lecciones de mal gobierno quedan patentadas por los no pocos venezolanos que están escapando hacia Colombia y sufren las contingencias de ser refugiados.
Hasta ahora han sido acogidos aquí mismo en Cúcuta y el resto del país, con muestras de solidaridad y aprecio, sin ningún asomo xenófobo, lo cual sería una conducta estúpida, como se ha recalcado, por parte de los colombianos.
De ello hay que aprender. El socialismo del siglo XXI solo ha beneficiado a unos pocos que están en los círculos del gobierno o cercanos a él, pero no al pueblo que pasa por muchas dificultades, las mismas que no quieren ser reconocidas por quienes ostentan el poder.
De Venezuela se dijo que no llegaría a ser como Cuba, ahora no hay nada más parecido.
De Colombia se dice que nunca llegará a ser como la Venezuela de hoy, pero si no se toman las previsiones en el momento oportuno, luego se verán las consecuencias.
Por ello es oportuno, desde ahora, identificar a quienes desde aquí se adhieren a Maduro y ven con complacencia que haya de forma espuria citado a la elección de una Asamblea Constituyente en un proceso fraudulento.
No ha sido por pura identificación política de izquierda, sino por convicción. Esto no les deja ver el desfase histórico de políticas trasnochadas; no entienden que los tiempos han cambiado y la manipulación al estilo cubano ya tiene probado su fracaso en la isla y su metástasis venezolana.
Mientras el mundo libre se mueve en otra dirección y rechaza de plano las maniobras del gobernante venezolano aquí se oyen voces de apoyo a su proceso revolucionario.
De Piedad Córdoba se sabe de su discurso de alabanza a Chávez, esto no es nada nuevo.
Otros de la misma tendencia y con aspiraciones presidenciales como Gustavo Petro guardan silencio cauteloso, solo habla de la autodeterminación de los pueblos soberanos, a sabiendas que manifestarse a favor de Maduro le restaría puntos, conocida la amplia antipatía de la cual goza el mandatario venezolano en Colombia. Los dirigentes del Frente Amplio por la Reconciliación esperan el momento oportuno para pronunciarse.
Es por tanto un asunto crítico la posición que adopten los candidatos en la próxima campaña con relación a Venezuela, entonces podremos ir identificándolos para hacer la mejor selección y ponernos a salvo de políticas obsoletas y empobrecedoras.